¿Puede haber algo mejor que la combinación de dos de los postres favoritos de todo el mundo ? Nos cuesta imaginarlo, la verdad, pero es que es que este híbrido entre el flan y el bizcocho va a conquistar a cualquiera que lo pruebe cuando lo hagas . Y no, no creas que requiere del doble de esfuerzo que cualquiera de estos dos dulces por separado porque es más sencillo de hacer de lo que piensas. Además, esta receta es ideal para hacerla con los más pequeños de la casa porque ¡parece magia! Sí, sí. Y es que, cuando vean que el orden en el que han puesto los ingredientes se invierte una vez que saquen el flan del horno van a alucinar. Primero se pone el caramelo en el fondo del molde con forma de corona, luego se añade la masa del bizcocho y por último la del flan. Una vez lo hayáis cocinado y lo extraigáis del molde veréis que el bizcocho y el flan han invertido su posición. Así, el bizcocho de chocolate formará la base del postre, el flan quedará en el medio y todo ello estará recubierto de un delicioso caramelo casero. Sin duda este es un postre de lo más sencillo pero te hará triunfar con tus invitados que seguro que también alucinan cuando les cuentes todo el proceso. Consejos: Prepara este postre en moldes individuales para servir a cada uno de tus invitados un flan al más puro estilo de las abuelas para luego sorprenderles con la pequeña innovación de que tiene una base de bizcocho. Les encantará. Este postre se puede servir sin acompañamiento pero siempre gana si se acompaña de un montoncito de nata montada, una bola de helado de vainilla o incluso si quieres sorprender aún más, de naranja o mandarina. Su sabor ligeramente ácido contrasta a la perfección con el del chocolate.