Las chuletas de cerdo son un recurso maravilloso para comidas en las que invitamos a mucha gente y no queremos gastar demasiado pero también para el día a día. Se pueden hacer a la plancha sin más, claro, y quedan bastante ricas, pero si quieres pasar al siguiente nivel y darles un toque a la altura de un buen chef, apunta esta receta porque te va a encantar y no es nada complicada. Lo único que tenemos que hacer previamente es marinar las chuletas. Esto ablanda la carne y la llena de sabor para que cuando las hagamos con el vino de Oporto sean todavía más deliciosas. Las acompañamos de unas cebollitas caramelizadas que hacemos primero hervidas y luego cocinadas con miel para que adquieran un tono dorado irresistible. También con unas manzanas asadas (¡qué bien queda siempre la carne de cerdo con manzana!). La parte más complicada es quizá la desglasar la salsa pero no te dejes engañar por el término técnico porque lo único que hay que hacer es raspar la sartén con una espátula (a poder ser de madera o silicona para no dañar el antiadherente) para que todos los jugos que ha soltado la carne durante la cocción se desprendan e impregnen el vino. Una delicia. Consejos: Si no tienes vino de Oporto a mano siempre puedes recurrir a un vino blanco dulce o cualquier otro vino tinto. Si lo que quieres es una alternativa sin alcohol, utiliza un buen caldo de carne bien concentrado. Le dará un sabor espectacular.