Los cannoli son una auténtica maravilla de la gastronomía italiana. Aunque el tiramisú o la panacota sean sus postres más conocidos, y los que más abundan en los restaurantes, estos rollitos también son muy populares. Si has tenido la oportunidad de visitar Sicilia sabrás que son toda una maravilla culinaria pero quizá no te hayas planteado que puedes hacerlos en casa. Pues sí, se puede y además el esfuerzo (porque no es una receta que se haga en 10 minutitos) merece mucho la pena. Son perfectos para una de esas tardes de fin de semana en las que te apetezca pasar un buen rato en la cocina o para sorprender a tus invitados haciendo todo un menú italiano y finalizándolo con los cannoli. Son perfectos para tomarlos con una buena taza de café espresso. La masa se fríe en aceite y una vez que ha enfriado se rellenan de ricotta con azúcar. Este es el relleno tradicional pero en la actualidad existen otras muchas variedades que merece la pena probar. Aquí hemos añadido un poco de chocolate y también pistachos, dos sabores que le van a la ricotta de maravilla. Consejos: Freír los cannoli es el paso más delicado. Te recomendamos hacerlo en una sartén con un buen fondo y utilizar un aceite (limpio) de girasol alto oleico. Procura que no coja demasiada temperatura para que no se queme. Hay que freír los cannoli con el tubo de metal para que no pierdan su forma. Lo mejor es hacerlo de uno en uno o como mucho de dos en dos si la sartén es amplia para que no se peguen. ¿Quieres hacer cannoli de otros sabores? Es menos tradicional pero también se puede hacer de queso mascarpone. Lo que también puedes hacer es añadir sabores diferentes tanto a la ricotta como al mascarpone: vainilla, chocolate, naranja, limón, fresas...