Caldereta de cordero a la extremeña

¡Cuántas recetas ricas de caldereta de cordero hay en nuestra gastronomía! Una de ellas es la caldereta de cordero a la extremeña, que se prepara también con hígado.

Óscar Sanz
Óscar Sanz
Cocinero

CALDERETA DE CORDERO A LA EXTREMEÑA.

Apunta cómo preparar la caldereta extremeña de cabrito.

Cocina Fácil
4 personas
75 min

4

(18 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Técnica mixta

Rehogado

Tipo Plato:

Segundos platos y platos principales

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin lactosa

Las calderetas de cordero son platos que están llenos de sabor allá donde se preparen y aunque se trata de un guiso que traspasa fronteras, hay ciertas peculiaridades entre unas y otras zonas. Esta receta en concreto es típicamente extremeña y nos gusta porque saca a relucir lo mejor de una gastronomía que a veces puede pasar desapercibida pero que tiene unas recetas espectaculares.

La carne idónea para esta preparación es la que cuenta con la indicación Geográfica Protegida cordero de Extremadura, claro. Procede de ejemplares de la raza autóctona merina sacrificados antes de los 80 días con un peso entre 20 y 22 kilos. No obstante, si en tu zona no la encuentras, puedes optar por carnes autóctonas. El resultado será muy similar con la ventaja de ser productos de proximidad.

¿Y qué es lo que tiene de particular este guiso? Que además de carne de cordero también lleva hígado. Una peculiaridad que encantará a los amantes de la casquería pero que puede generar reticencias en los que no lo son tanto. Si este es tu caso, prescinde de él la primera vez que prepares este guiso y, si te enamora como estamos seguras que hará, la próxima vez que lo prepares atrévete a ponerle un poco de hígado.
 

Ingredientes paraCaldereta de cordero a la extremeña

  • 850 gramos de Carne De Cordero troceado
  • 1 Hígado De Cordero
  • 2 Cebollas
  • 4 Dientes De Ajo
  • 1 Pimiento Morrón asado
  • 4 decilitros de Vino Blanco
  • 4 decilitros de Caldo
  • 1 cucharada de Harina
  • 1 ramita de Perejil
  • 1 hoja de Laurel
  • 1 cucharada de Pimentón Dulce
  • 1 ramita de Tomillo
  • 1 cucharadita de Vinagre
  • 1 rebanada de Pan
  • Aceite De Oliva
  • Pimienta
  • Sal

1. Pela los ajos

Pela los dientes de ajo. Pela y picar las cebollas. Lava el perejil, sécalo y pica muy finas las hojas. Calienta 6 cucharadas de aceite en una cazuela y fríe los dientes de ajo enteros y la rebanada de pan hasta que estén dorados. Retíralos y reserva. 

1. Pela los ajos

2. Añade el cordero

Lavar los trozos de cordero y el hígado, y secarlos con papel de cocina. Fríe, en el mismo aceite y a fuego vivo, los trozos de cordero y el hígado con la mitad del tomillo lavado y seco. Retira el cordero y el hígado, y reservarlos.

3. Cuece la carne

Baja el fuego al mínimo, agrega la cebolla a la cazuela y rehógala 10 minutos. Incorpora de nuevo el cordero y espolvoréalo con el pimentón y la harina. Salpimienta, remueve bien y cuece unos instantes. Riega con el vino. Sube de nuevo la intensidad de la llama y deja que se reduzca el alcohol. Agrega la hoja de laurel lavada y el caldo, y lleva a ebullición. Cuece 55 minutos, a fuego lento y removiendo de vez en cuando.

4. Haz el majado

Mezcla, en el mortero, el hígado troceado, el pan frito, el perejil, el vinagre, los ajos y el pimiento morrón. Májalos hasta obtener una pasta homogénea. Diluye el majado con unas cucharadas del líquido de cocción del guiso y agrégalo a la cazuela. Cuece durante 10 minutos más y sirve muy caliente.

4. Haz el majado

Consejos:

  • Muchos guisos de carne tradicionales suelen tener un puntito picante. En este caso puedes conseguirlo agregando una guindilla en el momento que añadas el líquido para cocinarlo todo. Acuérdate de buscarla y extraerla en el momento de servir para que ningún despistado pase un mal rato.
  • ¿Te ha quedado el caldo demasiado líquido? Para espesarlo un poco, se pueden añadir unas almendras fritas al majado. Así tendrá más consistencia y además cogerá un matiz muy interesante entre todos sus sabores.
  • El guiso quedará más aromático si se agrega una pizca de comino. Puede ser en semillas, en ese caso lo pondremos en el majado para que desprenda bien todo su rico olor. Si solo tienes en polvo puedes incorporarlo al caldo directamente y remover bien o, del mismo modo, integrarlo en el majado.
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