La elaboración de estos cakes de piña y coco con base de chocolate no puede ser más sencilla ni el resultado más espectacular. Los puedes preparar el día anterior para disfrutarlos en el desayuno. Quedan superjugosos y tienen el tamaño perfecto. Si os encanta el sabor del coco, se puede potenciar añadiendo a la masa de piña un par de cucharaditas de coco rallado o un poco de esencia de coco. Y si a alguien no le gusta demasiado, cambia la bebida de coco por leche o cualquier otra bebida vegetal. Si tienes una celebración y quieres cambiar los cakes por una tarta para sorprender a la familia, cuece toda la masa en un molde bundt (alto y con forma de anillo); tendrás que dejar el bizcocho más tiempo en el horno, aproximadamente 1 hora, y vigilar al final el punto de cocción pinchando la miga con un palillo, pero el resultado merece la pena. A la hora de presentarlos, puedes cubrir la mitad de los cakes de piña con el glaseado de coco, como te proponemos, y bañar los demás completamente con crema de chocolate negro. Para darle color, rellena centro de las coronitas con unas guindas en almíbar (¡bien escurridas!) o con unas grosellas rojas. Estos bizcochitos son muy fáciles de hacer, si sigues nuestra receta paso a paso. Añádela a tus favoritos porque seguro que volverás a prepararlos. Si hoy se han rendido ante tus deliciosos cakes de piña y coco, la próxima vez puedes sorprenderles con estos pastelitos de piña y frambuesas , con unos cupcakes de piña colada o con un bizcocho de piña en almíbar. 5 claves para que tus cakes de piña y coco salgan perfectos 1. La masa de estos cakes de piña y coco lleva levadura, y aunque media cucharadita te parezca poca cantidad basta para que aumente de volumen durante la cocción. Tenlo en cuenta a la hora de verterla en los moldes y llénalos solo hasta tres cuartas partes de su capacidad. Si los llenas hasta arriba, con el calor del horno la masa se desbordará y arruinarás los cakes. 2. Para esta receta de cakes de piña y coco puedes usar dos rodajas de piña en almíbar (en ese caso, añade menos cantidad de azúcar a la masa), pero queda más natural con la fruta fresca. Elige una piña que no sea muy grande, retírale el penacho de hojas, pélala y extrae los ojos de la pulpa; luego, córtala en rodajas y procede como te indicamos en la receta. Las rodajas que te sobren (recuerda que solo necesitas dos) puedes envolverlas en film transparente y conservarlas en la nevera, pero no más de dos días. Sírvelas solas, simplemente regadas con vino dulce o con salsa de yogur, o añádelas a una macedonia o a la masa de unas magdalenas. 3. Las perlas o gotas de chocolate negro fondant son ideales para bañar las bases de estos cakes de piña y coco: tienen un alto contenido en manteca de cacao, por lo que se derriten muy bien y consigues una crema lisa y suave. Si el chocolate fondant que tienes en casa tiene formato de tableta, rállalo o trocéalo antes de utilizarlo. 4. ¿Quieres que la cobertura de chocolate te quede brillante y untuosa? Fúndelo al baño maría, nunca directamente sobre el fuego. Pero si quieres, hazlo en el microondas. Calienta primero el recipiente que vayas a usar (un cuenco de cristal, por ejemplo), 30 segundos a 600 W. Añade el chocolate, caliéntalo 30 segundos y remueve. Vuelve a calentarlo 30 segundos y mezcla de nuevo. Si ves que está casi listo pero aún le falta un poco, vuelve a calentarlo en el microondas, en intervalos de 10 segundos y sin dejar de remover cada vez, hasta que esté totalmente derretido. 5. El glaseado de coco le da a estos cakes de piña un toque muy especial. Para realzar el sabor de la fruta, mezcla el azúcar glas con una pizca de sal antes de añadirle la bebida de coco. Cuando la glasa tenga la textura que quieres, repártela sobre los cakes dejando que caiga por los lados. Espera a que el glaseado se seque completamente y se endurezca antes de servir el postre.