Los buñuelos sin son de bacalao, mejor. Son los más típicos (con excepción de los dulces) pero se pueden hacer hacer de montones de ingredientes: de verduras , de arroz con queso, incluso de patatas o de espinacas. Incluso también se pueden hacer de bacalao y en forma de churro en lugar de los clásicos redondeados. La forma, en realidad, da igual, lo importante son los ingredientes que lleva dentro. La receta, la base, no es nada complicada. Solo hay que picar muy bien la cebolleta y el perejil y desmigar el bacalao una vez que lo hayamos limpiado de piel y espinas. Después, hay que mezclar estos ingredientes con el huevo batido, harina y levadura. La dificultad viene ahora: freír. La clave es que el aceite esté caliente pero no quemando. Lo que tienes que hacer es verter la masa que has preparado en la sartén haciendo bolitas, bastará con que cojas la masa con una cuchara y la pases a la sartén ayudándote de otra cuchara. No es necesario dejarlos mucho rato para que queden bien frititos por dentro. Bastará con que estén en el aceite 3 o 4 minutos . Según vayas avanzando, el aceite irá cogiendo cada vez más temperatura. Vigílalo y si ves que hay partículas quemándose o que los buñuelos se doran demasiado deprisa, baja la intensidad del fuego. Consejos: Tras hacer una fritura como esta no es nada recomendable reutilizar el aceite de oliva así que mejor deshazte de él en un punto de reciclaje. Al utilizar bacalao el aceite coge bastante sabor y además se desprenden partes del rebozado que se pueden quemar y ser perjudiciales. Los buñuelos de bacalao están riquísimos solos pero también puedes servirlos con un chorrito de limón o acompañados de una salsa , la mayonesa es una apuesta segura.