La cocina es un espejo de las culturas y tradiciones de cada país. Durante el Carnaval, uno de los dulces más emblemáticos de Francia es el de Bugnes de Lyon, conocido también como "orejas a la francesa". Se llaman orejas por su forma característica y tienen una textura ligera y crujiente. Esta receta es muy tradicional en las familias francesas y se va transmitiendo de generación en generación. Por eso, hay muchas maneras de preparar estas delicias. Sin embargo, a pesar de las diferentes formas de prepararlas, todas tienen algo en común: sus ingredientes principales son simples, como harina, azúcar y ron. ¡Son realmente irresistibles! Aquí tienes nuestra receta para que puedas disfrutar de esta deliciosa tradición francesa que te encantará. ¡Consejos para sacar todo el partido a esta receta! La clave está en la masa: Para hacer unas Bugnes de Lyon perfectas, es muy importante que la masa sea muy fina. Cuanto más delgada sea, más crujientes quedarán al freírlas. Puedes usar un rodillo para estirarla de manera uniforme. Si tienes una máquina de pasta, ¡es aún mejor! No te saltes el tiempo de reposo en el refrigerador; es muy importante para hacer las bugnes. Al dejar reposar la masa, los ingredientes se mezclan bien y la masa se vuelve más suave. Cuanto más tiempo la dejes, mejor será el sabor y la textura. Lo mejor es dejarla en el refrigerador al menos 12 horas, pero si puedes, déjala 24 horas. Es muy importante controlar la temperatura del aceite al freír. Asegúrate de que el aceite esté caliente antes de poner la masa. Si no está lo suficientemente caliente, las bugnes se pondrán grasosas en lugar de crujientes. Un buen consejo es calentar el aceite a unos 180 grados. Puedes probar con un pequeño trozo de masa; si burbujea y sube rápido, el aceite está listo. Experimenta con nuevos sabores : Puedes añadir un poco de canela o vainilla a la masa para darle un sabor diferente. También puedes usar otros licores en lugar de ron, como aguardiente o licores de frutas, según lo que prefieras.