El bogavante es uno de los reyes del marisco . Cuando está crudo, tiene un caparazón de color azulado (en especial si es europeo, no se debe confundir con la langosta americana, que también tiene pinzas grandes pero su sabor no tiene nada que ver) y cambia a color rojizo cuando se cocina. Hay bogavantes de muchos tamaños (pueden pesar desde unos 500 gramos hasta varios quilos), para esta receta es suficiente con un par de bogavantes de medio quilo . Te costará menos cortarlo, que seguramente es la parte más costosa de la receta. Y es que extraer la carne de cualquier crustáceo grande, como un bogavante, una langosta o un centollo, es un reto para cualquier comensal. Por eso en esta receta lo cocinamos ya troceado , algo que tus comensales agradecerán seguro. Es mucho más fácil de comer y además absorbe mucho mejor el sabor de la salsa que lo acompaña. Si eres un fan del bogavante, no puedes perderte estas otras recetas: suquet de rape y bogavante , arroz caldoso de berberechos con bogavante , bogavante al whisky con almejas o suquet de rape y bogavante . Todas son perfectas para disfrutar del sabor a mar de este gran ingrediente. Los trucos de la salsa del bogavante a la menorquina: El principal, sin lugar a dudas, es la picada que incorpora. Lleva pan tostado, almendras tostadas (puedes sustituirlas por avellanas, si prefieres), perejil picado y azafrán. Si quieres potenciar el sabor del azafrán, tuéstalo antes de añadirlo a la picada. Envuélvelo en papel de aluminio y tuéstalo sobre una sartén al fuego durante 10-12 segundos. También puedes tostarlo en el microondas, con unos 15 segundos será suficiente para que quede crujiente. Si te gusta el picante, puedes añadir media cucharadita de pimentón picante a la picada o directamente a la salsa.