Bizcochos hay infinitos, pero pocos tan gustosos como el bizcocho de uvas, un dulce con esta jugosa fruta que te encaja tanto para el postre como para un desayuno o una merienda otoñal. También puedes añadirle uvas a una tarta de queso o a un pastel de avellanas con pera y uvas . Al añadir a la masa uvas frescas enteras, consigues un plus extra de jugosidad que te sorprende al darle un bocado con su explosión de sabor. Y al llevar aceite de oliva y vainilla, es mucho más sabroso que el bizcocho clásico. Haz este bizcocho de uvas y compruébalo. Trucos para sacar más partido al bizcocho de uvas Más fino. Antes de añadir las uvas a la masa, puedes quitarles las pepitas o incluso la piel si quieres que el bizcocho te quede un poco más fino y no tengas problemas al hincarles el diente. Uvas bien repartidas. Para evitar que todas las uvas se vayan al fondo del bizcocho, enharínalas ligeramente antes de añadirlas a la masa y no las remuevas en exceso al incorporarlas para que no la pierdan por completo. Azúcar glas casero. Si no tienes azúcar glas, puedes hacerlo en casa picando azúcar blanco refinado junto con una pizca de maicena y, luego, tamizándolo. Para picarlo, puedes hacerlo en un robot de cocina o un molinillo de café. Tamizar el azúcar glas. Para decorar el bizcocho de uvas, si colocas el azúcar glas en un colador fino y lo le van dando ligeros golpecitos, cae más uniformemente y no se hacen grumos.