Bizcocho húmedo de vainilla (superfácil)

Prepara hoy una sencillísima receta de bizcocho húmedo con esencia de vainilla. Queda de lo más jugoso. Después de hornearlo se guarda en nevera durante unas horas.

Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de Cocina Fácil y periodista especializada en gastronomía

Bizcocho húmedo de vainilla

Este bizcocho lleva esencia de vainilla.

Cocina Fácil
10 personas
90 min

3

(110 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

Si buscas un bizcocho que sea muy fácil de realizar y que, además, quede superjugoso y con un sabor espectacular, no te pierdas el bizcocho húmedo de vainilla que te ofrecemos hoy. Ideal para tomar a la hora del desayuno o de la merienda, junto a un café con leche o una infusión.

Para conseguir que este bizcocho húmedo quede muy tierno, blandito y con una textura increíble, que se deshaga en la boca, sigue todas nuestras indicaciones y, sobre todo, respeta la temperatura y el tiempo de horneado. Es importante que el horno esté durante toda la cocción a 150 °C. Enciéndelo antes de empezar a trabajar para que, en el momento de introducir la masa, el horno ya esté a la temperatura correcta. Así no tendrás sorpresas. Luego, cuece el bizcocho solo durante 50 minutos, máximo 1 hora. Ten en cuenta que, si lo dejas más tiempo, podría quedar algo reseco y no conseguirías el aspecto húmedo que buscamos. 

Una vez horneado, déjalo enfriar y guárdalo en la nevera un mínimo de 4 horas (también lo puedes dejar toda la noche). Estará delicioso.  

¿Te gusta ir variando de bizcochos? Aquí tienes algunas recetas que te van a encantar. Puedes preparar un bizcocho de canela con nueces, de mandarina o de yogur y limón glaseado

Ingredientes paraBizcocho húmedo de vainilla (superfácil)

  • 150 gramos de azúcar
  • 125 gramos de mantequilla
  • 4 huevos
  • 1 cucharada de esencia de vainilla
  • 115 gramos de harina
  • 450 mililitros de leche
  • 1 cucharada de agua
  • ½ cucharadas de sal
  • Para espolvorear
  • 2 cucharadas de azúcar glas

1. Trocea y funde la mantequilla

Precalienta el horno a 150°. Trocea la mantequilla y fúndela al baño maría, o unos segundos en el microondas, y resérvala a temperatura ambiente hasta que esté tibia. Casca los huevos y separa las claras de las yemas.

1. Trocea y funde la mantequilla

2. Bate los ingredientes

Bate las yemas en un bol junto con el azúcar hasta que estén cremosas y blanquecinas. Sin dejar de batir, añade la mantequilla fundida, la esencia de vainilla, la harina previamente tamizada, el agua y la leche, y bate para integrar todos los ingredientes y lograr una preparación homogénea y sin grumos.

2. Bate los ingredientes

3. Monta las claras

Dispón las claras en un bol grande, añade una pizca de sal y bátelas con las varillas, preferiblemente eléctricas, hasta que estén a punto de nieve.

4. Añade las claras

Añade una tercera parte de las claras a la preparación de las yemas, remueve suavemente con una espátula de goma y agrega otra tercera parte. Mezcla bien y añade el resto.

4. Añade las claras

5. Hornea el bizcocho

Forra con papel sulfurizado un molde de paredes bajas, redondo o rectangular, y vierte la masa. Introduce el molde en el horno a media altura y cuece el bizcocho durante 50 minutos (máximo 1 hora).

6. Guárdalo en nevera

Retíralo, deja enfriar a temperatura ambiente y guárdalo luego en la nevera sin desmoldar. Déjalo en la nevera durante 4 horas, mínimo, o bien toda la noche. Cuando lo vayas a servir, espolvoréalo con un poco de azúcar glas.

6. Guárdalo en nevera

Consejos para el bizcocho húmedo de vainilla

  • Para que este bizcocho húmedo quede tierno y sin grumos, es básico tamizar la harina. Coge un colador y deja pasar la harina mientras vas dando unos golpecitos.
  • Nosotros te proponemos decorar el bizcocho simplemente con un poco de azúcar glas, pero, si quieres que el bizcocho tenga un sabor más intenso, puedes agregar canela, cacao en polvo, unas virutas de chocolate
  • Este bizcocho lucirá más vistoso si le añades moras, frambuesas, arándanos… También puedes verter por encima un coulis de frutos rojos o una mermelada del sabor que más te guste. Y si tienes una celebración, puedes incorporar unos copetes de nata.
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