Sencillo, facilísimo de realizar y muy sabroso, el arroz con tomate y huevo frito o a la cubana es un clásico en todas las casas. Perfecto para preparar un día en el que no puedes estar mucho tiempo en la cocina, este arroz hará las delicias de toda la familia. La clave para que este plato gane en sabor y todo el mundo lo recuerde con pasión es cocer bien el arroz, para que no quede apelmazado, y servirlo con una deliciosa salsa de tomate casera. Para que la salsa quede perfecta, sigue nuestra receta paso a paso. Necesitarás cebolla , ajos , agua , azúcar , sal , pimienta y, por supuesto, tomates bien maduros. Además, le añadimos una ramita de tomillo que le aportará un extra de sabor. También puedes hacer la versión integral y con huevo de codorniz . El huevo frito también tiene su secreto. Saca el huevo de la nevera media hora antes para que se atempere y fríelo sobre una sartén con abundante aceite bien caliente, pero sin que llegue a humear. Si te gusta la yema líquida, no lo cocines demasiado. Con un par de minutos, o menos, tendrás suficiente. Mira en nuestro vídeo el paso a paso: Puedes acompañar este arroz con tomate con una crema de champiñones , un crema fría de calabacín al estilo del gazpacho o una ensalada de espinacas y queso de cabra . Serán el complemento perfecto. Consejos para que el arroz con tomate y huevo frito esté delicioso El tradicional arroz a la cubana se acompaña con un plátano frito . Pela los plátanos, córtalos por la mitad y fríelos en la misma sartén en la que has hecho los huevos. Déjalos hasta que queden doraditos. Para cocinar el arroz utiliza una parte de arroz por tres de agua. Primero haz hervir el agua a fuego fuerte y, luego, baja la temperatura. Deja cocer el arroz entre 15 y 18 minutos o hasta que quede al dente. Este arroz quedará más elegante, si lo sirves en un molde redondo o cuadrado. Solo tienes que poner el molde en el plato, rellenarlo con el arroz y presionar un poco para que quede compacto. Para evitar sorpresas a la hora de cascar los huevos, lo mejor es hacerlo de uno en uno y en un pequeño cuenco. De ahí, échalos al aceite.