Las galletas anzac, conocidas como anzac biscuits, son unas galletas de avena y coco típicas de Australia y Nueva Zelanda. Su historia está estrechamente ligada con el ejército de estos dos países que se creó durante la Primera Guerra Mundial, el Australian and New Zeland Army Corps, cuyas siglas (ANZAC) dan nombre a estas galletas. Según cuentan, los familiares y amigos de los soldados les enviaban comida al frente y, debido al tiempo que requería hacerles llegar estos alimentos y la ausencia de refrigeración, no podía ser perecedera y, al mismo tiempo, tenía que ser muy nutritiva. Así nacieron las galletas anzac, cuya fórmula original estaba basada en una receta escocesa de galletas que lleva copos de avena , harina, coco rallado , azúcar, mantequilla, bicarbonato de sodio, agua caliente y sirope dorado; un jarabe muy usado en la cocina inglesa que se obtiene después de procesar el azúcar moreno y que también se conoce como melaza. El sirope dorado, que puede ser sustituido por sirope de arce o miel (como hacemos en nuestra receta), servía para amalgamar todos los ingredientes en ausencia de huevos, que no solo eran difíciles de encontrar, ya que un gran número de agricultores había ido a la guerra, sino que también limitaban la perdurabilidad de las galletas. Bucea entre todas nuestras recetas de galletas , si quieres probar otra variedad. El resultado son estas deliciosas galletas anzac que, al no llevar huevo entre sus ingredientes, son aptas para personas intolerantes al huevo. Ideas para tus galletas anzac Sustitutos de la miel. También las puedes hacer con otros siropes en lugar de miel: sirope de agave, sirope de arce o el sirope dorado original, que hoy en día ya se puede encontrar en la mayoría de supermercados. Guárdalas en caja metálica. Las galletas anzac, como antaño, se suelen guardar en cajas de té metálicas para mantenerlas bien crujientes. Forra la caja con una servilleta de papel, o papel absorbente de cocina, o papel vegetal, para proteger aún más las galletas.