¿A quién no le gustan unas buenas croquetas ? Con su exterior crujiente y su interior cremoso, este bocado ha conquistado paladares en todo el mundo y siempre deja con ganas de más. ¿Conoces su historia? Aunque muchos creen que las croquetas son un invento español, en realidad vienen de Francia . Se dice que nacieron en el siglo XVII, y la primera vez que se mencionaron fue en 1817, cuando el chef francés Antonin Carême las sirvió en un banquete. Su nombre viene de la palabra francesa croquer , que significa "crujir", por su característica capa dorada. Con el tiempo, se hicieron populares en España y en muchos otros países, adaptándose a diferentes ingredientes y tradiciones. Y hay que decirlo: aquí las hemos perfeccionado, como nadie, con los mejores sabores… ¡Todos irresistibles! Las croquetas más tradicionales son las de jamón , pollo o cocido , pero también las hay de queso azul, bacalao o espinacas con queso . Si buscas algo diferente, prueba opciones más originales como setas trufadas, rabo de toro o calabaza con curry. Y si de verdad quieres sorprender, no te pierdas las de calçots , las de paella o las que te propnemos hoy, unas croquetas de gambas al ajillo , te van a encantar. ¡Un bocado irresistible! Combinan la cremosidad de la bechamel con el intenso sabor de los gambones y el toque aromático del ajo y el pimentón picante. Son perfectas como aperitivo o plato principal , y su sabor te recordará al clásico plato de gambas al ajillo, pero en versión croqueta. Aquí te dejamos todos los pasos para prepararlas. Además de ser deliciosas, son muy fáciles de hacer. ¡Anímate a probarlas en casa, porque todos te pedirán la receta! El primer paso, como verás, consiste en preparar las gambas al ajillo. Aquí tienes la elaboración, en vídeo: Consejos para un resultado perfecto Para obtener croquetas con un sabor más intenso, asegúrate de usar gambones de buena calidad. Si te gusta el toque picante, puedes ajustar la cantidad de guindilla y pimentón picante o añadir un poco más de ajo. En cambio, si no quieres que las croquetas no piquen, no les pongas guindilla y utiliza pimentón dulce. También es importante dejar reposar bien la masa en la nevera para que las croquetas mantengan su forma al freírlas. Si te gustan más cremosas por dentro, añade un poco más de leche a la bechamel para conseguir una textura más suave.