Antes mis croquetas favoritas eran las de jamón, ¡ahora son las de gambas al ajillo! (fáciles y deliciosas)

Crujientes por fuera, cremosas por dentro y llenas de sabor… Estas croquetas de gambas al ajillo serán el éxito de cualquier comida. ¡No te las pierdas!

ruth puig cocina facil
Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Croquetas de gambas al ajillo
Istock
6 personas
40 min

4

(4 votos)

Tipo Plato:

Aperitivos y tapas

Primeros platos y entrantes

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

¿A quién no le gustan unas buenas croquetas? Con su exterior crujiente y su interior cremoso, este bocado ha conquistado paladares en todo el mundo y siempre deja con ganas de más.

¿Conoces su historia?

Aunque muchos creen que las croquetas son un invento español, en realidad vienen de Francia. Se dice que nacieron en el siglo XVII, y la primera vez que se mencionaron fue en 1817, cuando el chef francés Antonin Carême las sirvió en un banquete. Su nombre viene de la palabra francesa croquer, que significa "crujir", por su característica capa dorada. Con el tiempo, se hicieron populares en España y en muchos otros países, adaptándose a diferentes ingredientes y tradiciones. Y hay que decirlo: aquí las hemos perfeccionado, como nadie, con los mejores sabores… ¡Todos irresistibles!

Las croquetas más tradicionales son las de jamón, pollo o cocido, pero también las hay de queso azul, bacalao o espinacas con queso. Si buscas algo diferente, prueba opciones más originales como setas trufadas, rabo de toro o calabaza con curry. Y si de verdad quieres sorprender, no te pierdas las de calçots, las de paella o las que te propnemos hoy, unas croquetas de gambas al ajillo, te van a encantar.

¡Un bocado irresistible!

Combinan la cremosidad de la bechamel con el intenso sabor de los gambones y el toque aromático del ajo y el pimentón picante. Son perfectas como aperitivo o plato principal, y su sabor te recordará al clásico plato de gambas al ajillo, pero en versión croqueta.

Aquí te dejamos todos los pasos para prepararlas. Además de ser deliciosas, son muy fáciles de hacer. ¡Anímate a probarlas en casa, porque todos te pedirán la receta!

El primer paso, como verás, consiste en preparar las gambas al ajillo. Aquí tienes la elaboración, en vídeo:

Ingredientes paraAntes mis croquetas favoritas eran las de jamón, ¡ahora son las de gambas al ajillo! (fáciles y deliciosas)

  • 250 g de gambones
  • 2 dientes de ajo
  • 1 guindilla
  • 1/4 cucharadita de pimentón rojo picante
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 25 g de mantequilla
  • 60 g de harina de trigo
  • 650 ml de leche entera
  • Sal y pimienta al gusto
  • Una pizca de nuez moscada molida
  • Para rebozar
  • 2 huevos
  • Pan rallado

1. Prepara los gambones al ajillo

Comienza por pelar los gambones y reservar. En una sartén grande, calienta 3 cucharadas de aceite de oliva. Añade los dientes de ajo laminados y la guindilla. Si quieres, añade también un poco de pimentón rojo picante. Cocina a fuego bajo hasta que los ajos se tuesten y liberen su aroma. Agrega los gambones pelados y cocina hasta que tomen color. Una vez cocidos, retira los gambones y los ajos de la sartén y reserva. Pica los gambones en trozos pequeños para incorporarlos después en la bechamel.

2. Haz la bechamel

En la misma sartén donde cocinaste las gambones y los ajos, añade la mantequilla y deja que se derrita. A continuación, agrega la harina y remueve para formar un roux, cocinándolo durante un par de minutos sin dejar de mover para evitar que se queme. Incorpora los gambones picados a la mezcla de harina y mantequilla, y luego comienza a añadir la leche poco a poco, removiendo constantemente para que la masa absorba bien la leche. Sigue añadiendo leche hasta obtener una bechamel espesa y homogénea.

3. Cocina la bechamel

Continúa removiendo la mezcla de bechamel hasta que veas que la sartén se llena de pequeñas burbujas y el sonido al mover la cuchara cambia, lo que indica que la bechamel está lista. Agrega sal, pimienta y una pizca de nuez moscada al gusto. Volca la mezcla en una fuente y deja que se enfríe. Es recomendable dejar reposar la masa en la nevera durante unas horas para que tome una mejor consistencia y sea más fácil formar las croquetas.

4. Forma las croquetas

Una vez que la masa haya reposado y esté bien fría, toma pequeñas porciones y forma las croquetas con las manos. Pásalas por huevo batido y luego cúbrelas bien con pan rallado, asegurándote de que queden bien empanadas.

5. Fríe las croquetas

Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté bien caliente, fríe las croquetas en tandas para evitar que se peguen entre sí. Fríelas hasta que estén bien doradas y crujientes por fuera, aproximadamente 3-4 minutos por cada lado. Retira las croquetas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Consejos para un resultado perfecto

  • Para obtener croquetas con un sabor más intenso, asegúrate de usar gambones de buena calidad.
  • Si te gusta el toque picante, puedes ajustar la cantidad de guindilla y pimentón picante o añadir un poco más de ajo. En cambio, si no quieres que las croquetas no piquen, no les pongas guindilla y utiliza pimentón dulce.
  • También es importante dejar reposar bien la masa en la nevera para que las croquetas mantengan su forma al freírlas.
  • Si te gustan más cremosas por dentro, añade un poco más de leche a la bechamel para conseguir una textura más suave. 
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