Las almejas son uno de los moluscos bivalvos más apreciados por los cocineros. Y no es para menos. Su carne, de textura fina y jugosa, con un intenso sabor a mar, es una auténtica delicia para el paladar. Ideales para servir a la hora del aperitivo, en plan tapita dominical, o en platos principales, las almejas se pueden preparar de muchísimas maneras. Además de aparecer en recetas clásicas, como el guiso de fabes con almejas o la sopa de pescado con fideos y almejas , también se pueden utilizar en risottos o platos de pasta larga, como los tallarines con almejas . Hoy te traemos una idea, muy fácil de realizar, pero con un sabor extraordinario: unas almejas al vino blanco . Se preparan con unos dientes de ajo, cebolla picadita, daditos de jamón curado, perejil, caldo de pescado… y, evidentemente, vino blanco . Te aconsejamos que las acompañes con unas rebanadas de pan de pueblo porque la salsita que se forma tras la cocción no tiene desperdicio. Protagonistas: las almejas Una de las claves de este plato, es la calidad de las almejas . Cómpralas el día en el que las vayas a utilizar, así te aseguras su frescura, y siempre en un establecimiento de confianza. alejándote de las ofertas demasiado tentadoras que, al final, suelen salir caras. Las del Carril, con una marca que las identifica, son unas de las más apreciadas. Una vez en casa, revísalas todas y descarta las que se queden abiertas o que tengan las conchas rotas. Luego, colócalas en un cuenco con agua y sal durante 1 hora como mínimo, cambiándoles el agua dos veces, para que suelten la arena que puedan tener. Este paso es imprescindible, porque si no, podría estropearte el plato. Transcurrido el tiempo indicado, retíralas con las manos o con una espumadera , colócalas en un colador, enjuágalas bajo el agua del grifo y déjalas escurrir bien. Un consejo: no las vuelques en el colador directamente desde el cuenco en el que han estado en reposo, ya que podrían volverse a llenar de arena. Por otro lado, una vez las hayas cocinado, acuérdate de descartar las que sigan cerradas . Si no se han abierto, es posible que estén en mal estado y no sean aptas para el consumo. Ideas y variantes para las almejas al vino blanco Para la elaboración de la receta, utiliza un vino de calidad. El albariño es uno de los más indicados. Su leve acidez, aroma frutal y toque herbáceo combina muy bien con el sabor de las almejas. También puedes utilizar un ribeiro o cualquier otro vino blanco, siempre que sea de calidad. Este mismo vino se puede usar para beber. Si quieres estas almejas te tengan un toque picante, puedes agregar una guindilla a la cocción. Acuérdate de retirarla antes de llevar a la mesa.