¿A quién no le apetece un gustoso ajoblanco en verano? Fresquito, con una textura cremosa y un sabor espectacular, además de ser muy saludable, el ajoblanco es todo un placer para el paladar. Muy fácil de hacer, está elaborado con ingredientes básicos que se pueden encontrar en cualquier supermercado: ajos , almendras , miga de pan seca , vinagre , aceite de oliva , agua y una pizca de sal . Hoy te proponemos enriquecerlo con leche de almendras , gelatina de Oporto y unos daditos de mango . Quedará tan rico que lo puedes servir, incluso, un día que tengas invitados a comer. Triunfarás. Una vez tengas el ajoblanco a punto, ponlo en la nevera para que esté bien fresquito y empieza a realizar la gelatina de Oporto. Ya verás que es muy sencilla. Solo tienes que ponerla en remojo para que se hidrate. Luego, escúrrela bien y mézclala con el vino de Oporto caliente (pero no hirviendo). Rellena una jeringuilla con esta preparación y, cuando esté tibia, vierte unas gotitas sobre el ajoblanco. Al estar muy frío, las gotitas se gelificarán enseguida y conseguirás el efecto de falso caviar. Al servir, decora con trocitos de mango y cebollino picado. Quedará perfecto. ¿Quieres descubrir más sopas fresquitas para tomar este verano? No te pierdas, el gazpacho andaluz tradicional o la sopa fría de hortalizas y melocotón . Y si te gusta el puerro, no te pierdas la vichyssoise de peras . Ideas para el ajoblanco con gelatina de Oporto El ajoblanco se puede preparar con antelación . Déjalo en la nevera hasta el momento de comer y, así, estará muy fresquito. Si quieres que el ajoblanco quede más líquido, añade un poquito más de agua . En cambio, si lo quieres más espeso, agrega menos líquido. Recuerda que el agua debe estar casi helada. Nosotros hemos acompañado este ajoblanco con trocitos de mango, pero también quedará muy bueno con uvas (peladas y sin semillas), bolitas de melón , pasas o, incluso, con unos taquitos de jamón serrano . Si tienes una celebración, puedes presentar el ajoblanco en vasitos de chupitos . La fruta se puede pinchar en unos palos de broquetas. Será un aperitivo que todo el mundo recordará.