Tortas imperiales con anís: un dulce de pueblo barato y fácil ¡en 10 minutos!

¿Te apetece una receta tradicional de las de pueblo de toda la vida para la merienda? En unos minutos y con pocos ingredientes, tendrás listas estas fabulosas tortas imperiales con anís.

Marina Blanco, colaboradora de Cocina Fácil
Marina Blanco

Experta en cocina

Tortas imperiales
Youtube de la Cocina de la Abuela

¿Recuerdas las meriendas en casa de la abuela? Seguro que alguna vez la has acompañado en la cocina o incluso la has ayudado a amasar bollos, panes o tortas para después disfrutar de una merienda en familia.

Estas tortas imperiales son un dulce de pueblo hecho a partir de harina de trigo, huevo, aceite, anís y agua, que luego se fríen en aceite bien caliente, y se sirven espolvoreadas con azúcar.

Échale un vistazo a la videorreceta compartida por Viti en su canal de youtube 'La Cocina de la Abuela' donde prepara esta receta sencillísimaa paso a paso y descubre otras recetas tan apetecibles como una fabulosa tarta de yogur griego con 4 ingredientes.

Si quieres que te queden todas iguales, el truco es darles la forma utilizando un vaso boca abajo o un aro de repostería.

La masa restante, puedes volver a utilizarla para hacer nuevas tortas.

Dependiendo de la región, encontrarás dulces muy similares a estas tortas imperiales, como en Andalucía, donde con una masa muy parecida pero que no lleva huevo, se elaboran las sopaipillas, un dulce tradicional chileno que se prepara en festividades como la Navidad o la Semana Santa. En los comentarios le cuentan también que en la Mancha las llaman botas y que son muy similares también a los buñuelos mexicanos a los que les añaden miel.

Tortas imperiales
Para 4 personas
Ingredientes
  • 50 mililitros de aceite
  • 250 gramos de harina
  • 50 mililitros de agua
  • 1 huevo
  • Unas gotas de vinagre
  • 1 cucharada de anís
  • 16 gramos de polvo para hornear
  • Azúcar
  • Canela en polvo
Paso a paso
  1. Prepara la masa de las tortas

    Calienta el agua y el aceite, y viértelos en un cuenco amplio para mezclarlos con la harina con ayuda de una espátula de silicona. Así conseguirás mezclar los ingredientes de manera más fácil, ya que el aceite y el agua ligarán mucho mejor si están tibios. Remueve bien hasta obtener una masa que no se pegue a las paredes. Agrega el huevo, el azúcar, el anís y unas gotas de vinagre, y mezcla nuevamente hasta que la masa tenga una textura más cremosa. Añade entonces el polvo para hornear, y remueve de nuevo hasta que la masa quede manejable.

  2. Trabaja la masa

    Enharina la encimera, y trabaja la masa con las manos doblándola sobre sí misma durante 30 segundos. Forma una bola con la masa, y vuélvela a colocar en el cuenco para cubrirla con film transparente y dejarla reposar 3 minutos a temperatura ambiente. Vuelve a enharinar la encimera, y sigue trabajando la masa otros 30 segundos.

  3. Forma las tortas

    Vierte una pizca de harina sobre la encimera, toma pequeñas porciones de masa, y forma bolitas para alisarlas con el rodillo y darles la forma de tortas. Agujerea la superficie de las tortas con un tenedor para evitar que se inflen al freírlas.

  4. Fríe las tortas

    Calienta abundante aceite en una sartén, y fríe las tortas por tandas. Unos 15 minutos por cada lado será suficiente, ya que la masa es bastante fina. Retira las tortas del aceite, y déjalas escurrir sobre papel de cocina absorbente para que suelten el aceite sobrante.

  5. Reboza las tortas

    Mezcla en un cuenco azúcar y canela al gusto, y pasa las tortas por la mezcla cuando todavía estén calientes.

Si te has quedado con más ganas de dulces de la abuela, nada mejor que estas rosquillas con naranja y canela para recordar el recetario familiar más tradicional.