Lo del plátano es muy personal. Hay quien, si no está en su punto óptimo de maduración, o sea con la piel amarilla, sin manchas y la pulpa firme pero mantecosa, no quiere ni verlo.
Por el contrario, hay gente que lo prefiere tirando a verde o poco maduro y a otros les gusta más bien maduro y blandito.
Pero... ¿sabías que los beneficios y las calorías que aporta un plátano varían mucho según sea su estado de maduración? Te descubrimos los pros y los contras de cada uno.
¿Cómo te gusta a ti? ¿Verde, maduro o en su punto? ¿A, B o C? Descubre, a través de tu respuesta, los pros (y contras) de tu plátano preferido.
A) Plátano verde: menos azúcar, más gases
El plátano verde, que tiene la piel de color verdoso porque aún no ha madurado suficiente para adquirir el tono amarillento que caracteriza a esta fruta, tiene la pulpa muy firme (incluso dura) y es menos dulce.
Su contenido en azúcar pasa más lentamente y en menos cantidad a la sangre, así que es el plátano que engorda menos.
Por contra, como el estómago necesita trabajar más para digerir un plátano verde, puede que te provoque gases y te hinche la barriga.
B) Plátano muy maduro: más azúcar, mejor digestión
Cuando la piel de un plátano empieza a ennnegrecer y la pulpa cede un poco (o mucho) al tacto, estamos ante un plátano muy maduro.
Su almidón, a causa de la maduración, se ha convertido en azúcares sencillos (fructosa, sacarosa...) que llegan a la sangre con mucha facilidad. Por eso el plátano maduro es perfecto para personas con problemas digestivos o para aquellos que buscan un subidón de azúcar natural (después de haber hecho ejercicio, por ejemplo).
La contrapartida es que, como los azúcares del plátano maduro se asimilan enseguida, esta fruta también engorda más.
C) Plátano amarillo: un punto medio
El plátano amarillo, en su punto óptimo de maduración, conserva todos los nutrientes de la fruta pero tiene menos azúcares de absorción rápida que el muy maduro y se digiere mejor que el plátano verde.
Es el que tiene una textura más agradable, pues su pulpa sigue estando firme pero también es mantecosa y dulzona.
El plátano en la cocina
Ahora que ya sabes los pros y contras de cada punto de maduración del plátano, déjanos que te propongamos 5 recetas deliciosas con plátano.
Y un apunte práctico: si quieres utilizar el plátano como ingrediente para postres, elige un plátano maduro o en su punto. Si lo vas a usar en recetas saladas, por ejemplo en un arroz a la cubana, mejor escoge un plátano verde o una banana,
1. Tarta de plátano y crema quemada
Con una base de galleta y un relleno de crema pastelera, esta tarta solo necesita 10 minutos de horno.
2. Bizcocho de chocolate relleno de plátano y mascarpone
El plátano y el chocolate forman un buen tándem. Y este bizcocho es prueba irrefutable. Jugoso y lleno de sabor, te va a encantar.
3. Mini tartas tatin de plátano
Seguro que el nombre de tarta tatin te suena a manzana, ¿verdad? Pues sí, la tarta tatin original se hace con manzana, pero con la misma receta puedes hacer tartas de otras frutas, como estas mini tartas de plátano caramelizado que están de vicio.
4. Guacaplátano de los hermanos Torres
Sergio y Javier Torres tienen una receta fantástica, con plátano, para tus aperitivos. Preparan un guacamole a su manera y lo sirven con chips de plátano macho en lugar de los tradicionales totopos. ¡Qué buena idea!
5. Arroz a la cubana con estofado
Un plato de fiesta con todos los ingredientes para convertirse en un plato único ideal para toda la familia. No falta el huevo frito y, por supuesto, el plátano.