Las patatas no solo nos sirven fritas sin más como guarnición de un bistec o cocidas con piel y partidas al lado de un plato de pescado... Este humilde tubérculo nos puede servir para componer un plato estupendo y principal: como estas patatas gratinadas con bechamel , con su buen sofrito , huevos y queso rallado. ¡Una delicia! Como verás en la videorreceta que te hemos preparado hoy en Cocina Fácil, es un plato que no tiene apenas dificultad y el resultado es delicioso, con un presupuesto de lo más ajustado, ya que los ingredientes son los que siempre tienes en casa ... patatas, leche, harina, huevos, tomate, cebolla, ajo y queso. Patatas gratinadas con bechamel Para 4 personas Ingredientes 700 gramos de patatas 500 mililitros de leche 30 gramos de harina 40 gramos de mantequilla 2 huevos 1 cebolla 200 gramos de tomates 75 gramos de queso rallado 1 diente de ajo orégano nuez moscada sal y pimienta Paso a paso Corta y cuece las patatas Lava, pela y corta las patatas en láminas no muy gruesas. Pásalas a una olla con agua y sal y ponlas a hervir. Cuando esté tiernas, colócalas en un recipiente apto para horno. Sofríe ajo y cebolla Pica ajo y cebolla y sofríelos en una sartén con un chorrito de aceite. Añade el tomate cortado con una pizca de sal, pimienta y orégano y, si es necesario, un poco de azúcar para rectificar la acidez del tomate. Cubre las patatas Vierte el sofrito de ajo, cebolla y tomate sobre las patatas que tenemos en una bandeja de horno. Prepara la bechamel Pon la mantequilla en la sartén y añade la harina. Cocínalo hasta que se tueste y añade la leche. Agrega la sal y las especias. Vierte cuando esté lista sobre la preparación de patatas con sofrito. Agrega los huevos Bate los huevos, cubre con ellos la preparación de la bandeja de las patatas y pásalo al horno para gratinar con un poco de queso rallado por encima. Retira cuando esté doradita la superficie. 4 consejos para tus patatas gratinadas Para hacer la bechamel pasa por la sartén la harina con la mantequilla sin que se llegue a dorar y luego echa la leche, poco a poco, en hilo. No es necesario dejar que se espese demasiado porque luego se cuaja en el horno. Hemos cocido las patatas sin piel y ya en rodajas, que es más rápido, pero puedes cocerlas con piel y enteras, eligiéndolas del mismo tamaño, preferiblemente mediano, durante unos 20 minutos. La piel se saca mejor cuando aún están calientes. Los tomates se cortan a trozos para este sofrito y se aderezan con sal, pimienta y orégano. Puedes prepararlo en una fuente de horno grande o en cazuelitas cerámicas, en porciones individuales. Ahora hay una amplia gama en el mercado.