Mel i mató (miel y requesón), postre fácil de la abuela catalana ¡en 2 minutos!

Este postre es un clásico del recetario catalán y, además de sus dos ingredientes principales, la miel y el mató, también es muy típico enriquecerla con nueces

Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de Cocina Fácil y periodista especializada en gastronomía

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Cocina Fácil

Mel i mató
Cocina Fácil

El "mel i mató" es un postre tradicional de la cocina catalana. Se compone de dos ingredientes principales: miel y queso mató. El queso mató es un tipo de queso fresco y suave, similar al requesón o queso cottage.

La preparación del mel i mató es bastante sencilla. Se coloca el queso mató en un plato y se le añade miel por encima. La combinación de la suavidad y frescura del queso con la dulzura de la miel crea un contraste delicioso.

Mel i mató
Ingredientes
  • Mató
  • Miel
  • Nueces (opcional)
Paso a paso
  1. Emplata el queso mató

    Según la consistencia del mató, podrás emplatarlo como si fuera una especie de flan o simplemente poner varias cucharadas en un plato o bol.

  2. Riégalo con miel

    Deja caer sobre el mató una cantidad generosa de miel. Añade más o menos miel en función de tus gustos personales, y sirve más miel en un cuenco aparte por si alguien quiere añadir más a su plato.

  3. Enriquece el postre

    Es típico servir el mel i mató con nueces por encima, peladas y troceadas, que añaden un toque crujiente al postre.

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¿Qué es el mató?

El "mató" es un tipo de queso fresco que forma parte de la tradición culinaria catalana. Es un queso blanco y suave, con una textura similar al requesón o al queso cottage. Se elabora a partir de la coagulación de la leche, generalmente de vaca, cabra u oveja, aunque también puede ser una mezcla de estas.

La producción del mató implica el cuajado de la leche, seguido de la separación del suero y la formación de una cuajada que luego se corta y se moldea. A diferencia de quesos que pasan por procesos de maduración más largos, el mató se consume fresco y no tiene una corteza exterior.

Hoy en día se comercializan matós producidos de manera industrial, que se encuentran envasados en los lineales de los supermercados. Pero, si tienes ocasión, prueba un mató artesanal y notarás la diferencia de textura y sabor.

¿Cómo conservar el mató?

  • Mató sin abrir: Si compras un mató y aún no lo has abierto, suele conservarse bien en el refrigerador durante aproximadamente 1 a 2 semanas después de la fecha de compra, siempre y cuando se mantenga en las condiciones adecuadas.

  • Mató abierto: Una vez que has abierto el mató, su vida útil se reduce. Se recomienda consumirlo dentro de unos pocos días para garantizar la frescura y evitar posibles cambios en la textura y el sabor. Puedes conservarlo en un recipiente hermético para ayudar a mantener su frescura.

  • Condiciones de almacenamiento: Almacenar el mató en el refrigerador a una temperatura constante es crucial para prolongar su vida útil. Asegúrate de mantenerlo en la parte más fría del refrigerador, generalmente en el estante superior o en el cajón de verduras.

  • Cambios en la textura: Con el tiempo, es posible que notes cambios en la textura del mató almacenado en el refrigerador. Puede volverse un poco más seco o perder algo de frescura. Si observas moho, o si el queso desarrolla olores desagradables, es recomendable desecharlo.