Los mantecados de Portillo , también conocidos como mantecados bañados o zapatillas , son un dulce tradicional de Valladolid , concretamente originarios del pueblo de Portillo. Estos dulces típicos, con su característica forma elíptica y una generosa capa de azúcar que les otorga su color blanco distintivo, han sido elaborados artesanalmente durante más de 500 años en esta región. La particularidad distintiva de estos mantecados radica en su glaseado característico. A diferencia de otras recetas similares que simplemente los espolvorean con azúcar, los mantecados de Portillo se distinguen por un baño blanco que los hace únicos desde hace generaciones. ¿Quieres prepararlos en casa? Con esta receta inspirada en el video del canal de YouTube "Recetas Falidon", aprenderás fácilmente cómo hacerlo. Solo necesitas harina, manteca, azúcar, ralladura de naranja y, opcionalmente, vino blanco. Toma nota de los pasos que te dejamos seguidamente y disfruta de estos irresistibles dulces en casa. Mantecados de Portillo Para 4 personas Ingredientes 300 gramos de harina 200 g de manteca de cerdo 25 g de azúcar Medio vaso de vino blanco Ralladura de una naranja Para el glaseado Azúcar glas Unas gotas de zumo de limón 2 claras de huevo Paso a paso Prepara la masa En un bol, mezcla la ralladura de una naranja con la manteca ablandada y el azúcar. Agrega el vino blanco y trabaja la masa hasta formar una bola. Cubre la masa con papel film y refrigérala durante dos horas. Estira con rodillo Después de refrigerar, estira la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente 5 milímetros. Con una cuchara, forma las galletas y colócalas en una bandeja para hornear previamente engrasada. Hornea 15 minutos Precalienta el horno a 180 grados y hornea las galletas durante unos 15 minutos, hasta que estén doradas. Puedes darles forma redonda o rectangular, según tu preferencia. Prepara el glaseado Para el glaseado, bate dos claras de huevo a punto de nieve y ve añadiendo gradualmente el azúcar glas. Agrega unas gotas de limón para darle un toque de acidez. Cubre los mantecados Una vez horneados y enfriados los mantecados, cubre su superficie con el glaseado utilizando una brocha. Deja secar en el horno a 75 grados hasta que la cobertura esté firme. ¿Cómo conseguir el glaseado perfecto? Para lograr un glaseado perfecto, es importante que sigas los pasos que te dejamos a continuación: bate dos claras de huevo a punto de nieve y añade gradualmente azúcar glass, junto con unas gotas de limón para equilibrar el dulzor. Después de hornear y enfriar los mantecados, cubre su superficie con el glaseado usando una brocha y deja que se sequen en el horno a 75 grados hasta que estén firmes. Si eres impaciente para probar dulces caseros, el último paso puede resultar desesperante, pero la espera valdrá la pena cuando pruebes el resultado final.