Esponjosos, blanditos, irresistibles... ¡y sobre todo versátiles! Los molletes de Antequera es una de las recetas andaluzas por excelencia . Típicos de la malagueña Antequera, se suelen comer untados en aceite, mantequilla o tomate y/o rellenar con chicharrones o manteca colorá, sobre todo para disfrutar de ellos a la hora del desayuno . El mollete de Antequera es un pan blando y redondo, con el exterior ligeramente crujiente. Sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando empezaron a elaborarlo los panaderos de la ciudad. El mollete tiene una textura y un sabor únicos debido al proceso de cocción tradicional. La masa se deja levar lentamente antes de darle forma de pequeñas hogazas redondas y cocerlas en horno de leña. El resultado es un exterior crujiente y un interior suave y esponjoso. Una de las formas más populares de disfrutarlo es con un desayuno tradicional de café con leche o chocolate caliente. También se suele servir como acompañamiento de guisos o como pan de molde con rellenos como tortilla. Hoy en día, el mollete de Antequera está protegido por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la Unión Europea, que garantiza que sólo el pan producido en la comarca de Antequera con métodos tradicionales puede denominarse «Mollete de Antequera». Por supuesto, debes acompañarlos o rellenarlos de tus ingredientes favoritos, y, no lo dudes, comer con las manos. Porque los molletes de Antequera se disfrutan mucho más así, sin cubiertos . Prueba a crear en casa tus propios molletes con esta receta: Molletes de Antequera Para 6 personas Ingredientes 25 gramos de masa madre 500 gramos harina media fuerza + 25 gramos para amasar 340-350 mililitros de agua 25 gramos manteca de cerdo 2 gramos de levadura de panadería Sal Paso a paso Elabora la mezcla principal Mezcla en un bol la harina, la masa madre, el agua, y la manteca de cerdo. Añade la levadura desmenuzada y mezcla un poco más. Incorpora una pizca sal y vuelve a mezclar hasta que los ingredientes queden bien integrados. Deja que repose a temperatura ambiente durante 20-30 minutos. Amasa la mezcla Sobre tu encimera, espolvorea un poco de harina, coloca encima la masa y cúbrela con un poco de harina para que sea más fácil manejarla sin que se peque. Amásala con ayuda de 2 espátulas durante unos 5 minutos. Recógela con las espátulas y ponla en un bol. Tápala con film de cocina e introdúcela en el frigorífico durante 24 horas. Haz los molletes Pasado el tiempo de reposo, saca la masa del frigorífico, espolvoréala con otro poco de harina, sácala del bol y córtala en 6 porciones. Redondéalas hasta formar seis molletes. Aplástalos un poco y colócalos sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno. Tápalos con un paño limpio, déjalos fermentar durante 1 hora y aplástalos un poco con los dedos. Hornea los molletes Precalieta el horno a 230-250 grados, introduce los molletes y hornéalos durante 10 minutos aproximadamente. Retíralos, deja que se enfríen sobre una rejilla y los tendrás listos para disfrutar de ellos.