Bizcocho de capuchino cubano, postre fácil y esponjoso (originario de las monjas clarisas capuchinas)

El bizcocho de capuchino cubano es un clásico en la isla. La abundante yema le da una textura esponjosa y delicada, que ningún otro bollo puede superar. ¿Te animas a probarlo?

Marta Sánchez
Marta S. Galindez

Periodista especializada en gastronomía

bizcocho

Yemas y almíbar, ¿qué puede salir mal? Este delicioso bizcocho de capuchino cubano tiene la respuesta: nada. Una exquisitez con cientos de años de historia, que en Cuba es ya una auténtica tradición. Prepararlo no es nada difícil, y ya verás cómo vuela del plato... Porque está, ¡riquísimo!

Para cocinar el bizcocho te vendrá bien contar con un robot de repostería, ya que hay que espumar y levantar las yemas y el azúcar. Pero si no lo tienes, no te preocupes: también lo puedes hacer con una batidora de varillas eléctrica. El truco está en empezar despacio, y según vayan aumentando de volumen, subir la velocidad.

Una receta de las monjas clarisas capuchinas

En realidad, esta receta tiene origen español. Se calcula que fue en el siglo cuando las monjas clarisas capuchinas se establecieron en sus conventos y empezaron a preparar su famosa repostería, origen de la tarta capuchina en la que se inspira este bizcocho.

Y como la fundadora de la orden fue la monja italiano Santa Clara, estos dulces suelen tener una gran cantidad de clara de huevo (como homenaje), aunque también de yema.

Doradito y esponjoso: así es el bizcocho de capuchino cubano que vas a preparar hoy con la receta de Cocina Fácil. Toma nota de la receta y los ingredientes, a continuación.

Bizcocho de capuchino cubano
Para 4 personas
Ingredientes
Para el almíbar:
  • 1 taza de azúcar
  • 1 taza y media de agua
  • Anís estrellado
  • 1 ramita de canela

Para el bizcocho:

  • 8 yemas
  • 2 huevos enteros
  • Una pizca de sal
  • Esencia de vainilla
  • 60 g de azúcar
  • 1 taza de harina de maíz (Maicena)
  • 1 cucharada colmada y 1/2 de harina
Paso a paso
  1. Prepara el almíbar

    En un cazo grande, pon a hervir el azúcar, el agua, dos o tres estrellas de anís y la ramita de canela. Lleva a ebullición y deja que hierva durante 1-2 minutos, hasta que el azúcar se disuelva del todo. Retira del fuego y reserva.

  2. Bate las yemas con los huevos

    Precalienta el horno a 170°. En un recipiente grande, separa 8 yemas (las claras las puedes reservar para hacer una tarta "lemon pie" con merengue, por ejemplo) y añade 2 huevos enteros. Bate con varillas eléctricas o robot para repostería, primero a velocidad media y luego más rápida, hasta que las yemas se blanqueen y se vuelvan espumosas.

  3. Añade el azúcar y las harinas

    Cuando estén blancas y cremosas, añade el azúcar y sigue batiendo a velocidad alta. Debe quedar una mezcla cremosa, densa y suave. Entonces, mezcla la harina de maíz y la de trigo y añádelas. Ve poco a poco, incorporando cada tanda con la espátula y con movimientos envolventes.

  4. Hornea el bizcocho

    Vierte la mezcla en un molde de 24 cm de diámetro. Golpéalo un poco para eliminar las burbujas y alisar la superficie. Hornéalo a 170° durante 10-12 minutos; después, sube a 190° y déjalo unos minutos más, hasta que la superficie quede doradita. Sácalo y espera a que se temple.

  5. "Emborráchalo"... ¡Y a disfrutar!

    Con un palillo, pincha el bizcocho por toda la superficie. Riégalo con el almíbar de forma que quede bien repartido, y deja que lo absorba. ¡Listo para comer!

¡Prueba más dulces cubanos!

Pues cuando termines con el bizcocho de capuchino cubano anímate a preparar unos pastelitos de gloria caseros, un manjar blanco o unos amarguillos de almendra. Todo un homenaje a la fantástica cocina de los conventos