Considerado como uno de los hombres más atractivos del panorama interpretativo, Hugo Silva no ha parado de cosechar éxitos desde que se asomó por primera vez a la pequeña pantalla. Él, sin embargo, prefiere pasar desapercibido e intenta llevar una vida normal.
Rafael Hugo Fernández Silva nació el 10 de mayo de 1977 en Madrid, y se crió en uno de los barrios más conflictivos de la capital: “No me gusta decirlo, porque suena como si alardeara, pero la verdad es que fue bastante duro. Yo vivía en San Blas, uno de los centros de la droga en Madrid en los años ochenta, y crecí viendo gente muerta en los bancos, atracadores con el monazo que no se podían ni tener en pie. Aunque entonces no lo veía tan tremendo. Era como un juego, tenías que correr cuando veías al yonqui para que no te quitara las playeras”.
Su primer trabajo
Cuenta que se puso a estudiar electricidad porque el instituto de formación profesional estaba junto a su casa. Empezó trabajando de ello, pero lo que realmente deseaba era dedicarse al mundo del espectáculo: “Me colaba en todos los rodajes que veía. Una vez me salió una figuración en ‘Crónicas marcianas’ y monté un show en el trabajo para que me dieran la baja. Evidentemente, mi jefe me vio en la tele, no se lo tomó nada bien y dejé el trabajo de electricista”.
Para prepararse, estudió canto y guitarra, por un lado. Y cursó estudios de teatro en la escuela de Arte Teatral Ángel Gutiérrez, del Teatro Cámara de Madrid, por otro. También empezó arte dramático en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático), pero no acabó la carrera. En el terreno musical, formó parte del grupo Inordem. Mientras que, en el de la interpretación, se dio a conocer en la serie de televisión juvenil ‘Al salir de clase’ (2000-2002), en Telecinco.
A partir de entonces, su carrera fue en ascenso, motivo por el que dejó su grupo de música decantándose definitivamente por su faceta de actor. En la pequeña pantalla, tras su paso por ‘Al salir de clase’, tuvo un papel esporádico en ‘El comisario’ (Telecinco) y coprotagonizó, junto a Elena Ballesteros, ‘Paco y Veva’, en Televisión Española.
Sin embargo, la consagración definitiva la alcanzó con ‘Los hombres de Paco’ (2005), de Antena 3. Su papel de Lucas lo catapultó a los primeros puestos del ranking de los más deseados hasta el punto de ser el primer hombre en posar para el calendario Larios en 2008. Éxito que no acabó de encajar demasiado bien. Agobiado por la fama creciente, decidió abandonar la serie: "No podía seguir. Tres años son demasiados. Yo mismo me daba cuenta de que mi nivel de exigencia había caído y no me veía bien. Mi marcha de 'los pacos' es definitiva", declaró entonces. Y decidió centrar su carrera en otros terrenos menos mediáticos.
Regreso al teatro
Volvió al lugar donde había iniciado su andadura interpretativa, el teatro, acompañando a Asier Etxeandía y Blanca Portillo, en el ‘Hamlet’, de Tomaz Pandur. "Lo pasé muy mal. Reconozco que tuve ansiedad. Hacía mucho que no me subía a un escenario y, de repente, lo hacía con la mejor obra de todos los tiempos, uno de sus personajes más importantes y con los dos mejores actores que hacen teatro en España. Sabía que, viniendo de la tele, iba a ser difícil convencer a mucha gente", dijo acerca de la experiencia.
Y se centró de lleno en el cine, medio en el que había debutado paralelamente a la televisión en el año 2000 con ‘Terca vida’. De esta nueva etapa, destacaron el éxito de taquilla ‘Mentiras y gordas’ (2008), primero, y ‘Agallas’ (2009), después, película muy bien recibida por la crítica además de por el público en la que tenía que afear su aspecto por exigencias del guión.
Ya más reconciliado con la fama, en 2010, regresó a la televisión en paralelo a sus trabajos cinematográficos. En la pequeña pantalla participó en la serie ‘Karabudjan’ y el telefilme ‘La princesa de Éboli’, ambos proyectos en Antena 3. Mientras que en el cine estrenó ‘Que se mueran los feos’ y ‘Lo contrario al amor’.
A partir de 2011, su carrera cinematográfica fue imparable. ‘En fuera de juego’; ‘El cuerpo’, junto a Belén Rueda y José Coronado; ‘Los amantes pasajeros’, su primera película como ‘chico Almodóvar’; y ‘Las brujas de Zugarramurdi’ fueron las películas que protagonizó hasta 2013. A principios de 2014, estrenó su último trabajo para la televisión: ‘El corazón del océano’, la serie de Antena 3 rodada en 2011 en la que conoció a Hiba Abouk.
¿Amores?
De hecho, todas los episodios sentimentales de Hugo que han trascendido han sido con compañeras de reparto. El primero, con Olivia Molina, a la que conoció en ‘Al salir de clase’. El segundo, con Kira Miró, con la que coincidió en el rodaje de ‘Paco y Veva’. El tercero, con Silvia Marty (conocida por ‘Un paso adelante’ y ‘Lex’), con quien compartió cartel en la película ‘El hombre de arena (2007). Y, finalmente, con Hiba Abouk, la actriz que triunfaría tiempo después en ‘El Príncipe’, de Telecinco.
Desde que se conocieron durante el rodaje de ‘El corazón del océano’ en Colombia, mantuvieron una relación intermitente con rupturas y reconciliaciones hasta romper de forma definitiva.
“Soy feliz trabajando, siempre hay tiempo para trabajar y disfrutar de tu gente”, ha dicho el actor, que en ‘Dioses y perros’ interpretó a un exboxeador y que rehuye siempre hablar de su vida privada.
En verano de 2014 rodó la miniserie 'Los nuestros' (Telecinco). Ese verano también conoció a Mary Ruiz (33), periodista, modelo y actriz, conocida por su trabajo en 'El intermedio', de El Gran Wyoming, con la que inició una relación. En 2015 estrenaba la película 'Musarañas' junto a Macarena Gómez y Luis Tosar.