Ideales para cerrar por todo lo alto una comida especial o una celebración, estos tubitos de trufa de queso con polvo de oro conquistarán tu paladar y el de tus invitados. Quedan crujientes, llamativos y con un relleno tan suave y cremoso que será imposible comer solo uno. Prepara más de la cuenta porque están tan ricos que, a la que los sirvas, desaparecerán en un santiamén. Para realizar los cilindros, coloca tres láminas de pasta filo una encima de otra, córtalas en rectángulos y ve formando los tubitos con cuidado. Te recomendamos que untes los bordes con un poco de mantequilla . Así no se abrirán. Luego, una vez formados, disponlos en la rejilla del horno (en lugar de la bandeja) y colócalos entre las barras de metal con la parte solapada hacia abajo para que, mientras se hornean, mantengan la forma redonda. Te quedarán perfectos. Con la pasta filo se pueden elaborar un sinfín de postres. Prueba, por ejemplo, los milhojas de nectarinas , las tartaletas con crema y frutos rojos o el apple strudel con salsa de caramelo . Variantes para los tubitos de trufa de queso Estos tubitos se pueden rellenar con mermelada de naranja , de frutas del bosque … Si no encuentras polvo de oro, espolvorea los tubitos con cacao en polvo o azúcar glas . A la mezcla de queso y cacao puedes agregar un granillo de almendra o unas nueces picaditas. En lugar de pasta filo, usa una lámina de hojaldre .