De textura tierna y esponjosa, similar al tradicional brazo de gitano , este tronco de Navidad red velvet sorprenderá a todos tus invitados por el intenso color rojo del bizcocho, que le aporta una gran vistosidad, y por el contraste de colores que se crea con el relleno de nata y queso . A la que lo lleves a la mesa, desaparecerá en un abrir y cerrar de ojos. Cuando tengas el bizcocho horneado, no debe estar más de 10 minutos porque si no quedaría seco, vuélcalo sobre un paño limpio y húmedo, y enróllalo todavía templado con mucho cuidado para que no se rompa. Este es el momento más decisivo de la receta. Luego, una vez frío, ya lo puedes desenrollar y rellenar con la crema de nata y queso. Espolvoréalo con azúcar glas, agrega unas grosellas y… listos. Causará sensación. Trucos para que el tronco de Navidad red velvet quede perfecto Recuerda que antes de realizar la masa del tronco, debes sacar los huevos de la nevera para que estén a temperatura ambiente. Así te quedará perfecta. Espolvorea el azúcar glas justo en el momento de llevar el postre a la mesa, para que la humedad del bizcocho no lo absorba. Si quieres que el tronco quede todavía más gustoso, extiende una capa de mermelada de fresa sobre el bizcocho y, luego, añade la crema de queso. Otros troncos que también quedarán perfectos en la mesa navideña son el de cacao con frambuesa y nata , el de trufa con cobertura de dos chocolates y el de crema pastelera .