Si has viajado a Cádiz o eres de la zona, no tenemos que explicarte la delicia gastronómica que son las tortillitas de camarones... Aquí tienes una versión similar, fácil de preparar en casa, con gambas peladas. Y lo curioso es que es una tortilla pero no tiene huevos en los ingredientes. Que ¿cómo se consigue? Pues el efecto hay que agradecérselo a la harina de garbanzo, que cuando se une con agua se convierte en una masa cremosa, con una texturas similar a la del huevo. Nuestras tortillitas se componen de un sofrito de gambas con ajos tiernos, cebolleta y perejil, que luego unimos a la crema resultante de mezclar leche con agua, harina de garbanzos, levadura, harina, azafrán, sal y pimienta. ¡Es muy fácil y el resultado es espectacular! Para que no queden aceitosas, eso sí, hay que dejarlas sobre papel absorbente y empaparlas bien antes de servirlas. A la hora del aperitivo son un entrante ideal. Podrías acompañar tu mesa de tapas con unos mejillones tigre o unos pinchos de tortilla de tomates secos y aceitunas . Si un día has preparado tortillitas de gambas, otro día puedes probar la tortilla de boquerones . Ideas para tus tortillitas de gambas Gamba o camarón. Las tortillitas de camarones son una delicia, pero comprar camarón fresco no siempre es posible, por disponibilidad y por su elevado precio. Una opción más asequible es la gamba y, más aún, si la compras congelada. Si son muy pequeñas las puedes dejar enteras para el sofrito, si no, córtalas a trozos para que se impregnen bien del sabor del sofrito. La harina de garbanzo. Este tipo de harina, bien conocida por los celiacos porque no tiene gluten y la pueden consumir sin problema, tiene diferentes usos gastronómicos, así que no debería faltar en tu despensa. Es también un buen sustituto del huevo, como en nuestra receta, para hacer tortillas o tempura. La textura se consigue mezclándola con agua o también con cerveza. El azafrán. Si quieres que aporte más sabor el azafrán, mete las hebras en un paquetito con papel de aluminio y pásalo por el fuego del quemador o un mechero durante unos segundos. Luego machaca las hebras tostadas y añádelas al sofrito.