Los postres tradicionales siempre se versionan de mil maneras diferentes, y la famosísima tarta Sacher no iba a ser menos. Esta tarta, de origen vienés, consiste en un esponjoso bizcocho de chocolate , relleno de mermelada de albaricoque y cubierto con un glaseado de chocolate, todo un placer para el paladar. Nuestra propuesta es esta versión en formato individual que seguro te hará triunfar. Se prepara el bizcocho en forma de plancha, y como relleno una suave mousse de chocolate y una capa hecha a base de mermelada de fresas . Tanto a la mousse como a la capa de mermelada, se le añade gelatina neutra para que la tarta tenga más cuerpo y aguante la forma. Recuerda hidratar la gelatina en agua fría y añadirla a la preparación bien escurrida. Si prefieres la versión tradicional, hecha un vistazo a nuestra receta de tarta Sacher al estilo clásico . Pero seguro que estas otras propuestas te van a encantar, la tarta Sacher con pistachos y frambuesas o las mini tartas Sacher . Prepara tu propia mermelada de fresas Lava 500 g de fresas y retira la parte verde. Trocéalas y ponlas en un cazo junto con 200 g de azúcar y una cucharada de zumo de limón. Cuece a fuego bajo durante 25 minutos removiendo de vez en cuando. Tritura si quieres una textura más fina y ya la tienes lista.