Regalar o preparar esta tarta para alguien importante en tu vida es mejor que hacer lo propio con un ramo de rosas. Dura menos, eso sí, pero se disfruta con el gusto además de con la vista y el olfato y además es un detalle mucho más personal porque lo haces tus propias manos. Se trata de una tarta clásica de base de masa de galleta y rellena con crema pastelera pero gracias a la decoración hecha con manzanas dispuestas en forma de flor, se convierte en toda una obra de arte. La dificultad de esta tarta pasa por formar las rosas con las láminas de manzana. Antes se escaldan en almíbar así que hay que esperar un poco antes de hacerlas. Para ello, solo tendrás que enrollar varias láminas sobre si mismas. Para que queden más bonitas y nos recuerden más a unas rosas de verdad las hemos hecho con manzanas rojas y les hemos dejado parte de la cáscara para que los bordes de los pétalos se vean con ese color. Y además las hemos espolvoreado con canela en polvo y hemos añadido unas hojitas de menta para que simulen las hojas de las plantas. ¡Una auténtica obra de arte! Tanto la masa como el relleno se pueden personalizar como prefieras infusionando o añadiendo más saborizantes como la cáscara de naranja, vainilla, agua de azahar... Todo depende de tu imaginación. Consejos: A la hora de extender la masa para la base enharina bien la superficie de trabajo y también el rodillo . Despegar la masa de la encimera puede ser complicado aun así. Pon encima un poco de papel de horno y ayúdate del rodillo y de un cuchillo para ir despegándola y que no se parta. Los garbanzos secos que utilices para hornear la masa pueden ser reutilizados varias veces para el mismo cometido ¡no los tires!