Las peras no reciben toda la atención que merecen en repostería. Es cierto que son las protagonistas de un postre clásico como las peras al vino pero pocos pasteles hay de los que sean las reinas absolutas. Sin embargo, son una fruta que, bien elegida, es muy dulce y con una textura suave y puede dar lugar a maravillas como esta tarta de peras y almendras. Se elabora con una masa tipo sablé. Es como una galleta de almendras que al hornearla queda ligeramente crujiente pero sin ser dura y aporta un gusto excelente a este tipo de preparación. Las peras se cuecen en un almíbar aromatizado con limón y vainilla así que los sabores de todos los ingredientes combinan de maravilla. El relleno lleva nata y más almendra. Con esta base podrás elaborar un montón de pasteles diferentes . La masa sablé es típica de la repostería francesa, sobre todo de la zona de Bretaña y Normandía. Recibe su nombre por su textura y es que sable en francés significa arena . Pero no te esperes un resultado seco porque gracias a la presencia de una buena dosis de mantequilla, casi se funde en la boca. Puedes usarla también para hacer galletas , ¡también está deliciosa sin más acompañamientos! Consejos: El crocanti de almendra se puede comprar ya hecho pero si te apetece probar a hacerlo tú solo tienes que calentar un poco de aceite en una sartén y dorar la almendra troceada (golpéala con un rodillo y procura que quede en trocitos, no en polvo). Añade azúcar blanco y deja que caramelice mientras remueve. Deja enfriar en un recipiente grande en el que puedas separar bien los trozos. Si vas más corto de tiempo siempre puedes comprar una base para la tarta ya hecha. Una pasta brisa, también conocida como masa quebrada, puede funcionar bien y una de hojaldre puede ser una buena opción. Las grosellas quedan genial como decoración de tartas pero a veces son complicadas de conseguir o demasiado caras. En realidad, puede quedar bien cualquier otro tipo de baya o fruto rojo bien dispuesto sobre las peras.