Hay ciertos postres que marcan la diferencia entre una comida o una cena más y una de auténtico lujo y estos, sin duda, pertenecen a la segunda categoría. Pero no te creas que por ello con más difíciles de preparar. Es su originalidad, su presentación y su mezcla de sabores lo que pondrá la guinda perfecta a una ocasión especial. En realidad prepararlos es sencillísimo. Quizá la parte más complicada sea la de dar con unos moldes de silicona con forma de semiesfera pero segundo que das con ellos en tiendas online o en tiendas especializadas en repostería. Si no, siempre puedes utilizar un molde para magdalenas que también sea de silicona, eso es imprescindible, aunque no tengan la forma semiesférica que buscamos. Una vez que hayamos encontrado nuestros moldes solo habrá que hacer unas trufas sencillísimas (porque solo llevan nata y chocolate) y montar la nata y las claras de huevo para hacer nuestra mousse. Hacer el guirlache entraña un poco más de dificultad pero como es un elemento decorativo siempre puedes sustituirlo por otro que sea más sencillo de preparar o que puedas comprar directamente hecho. No obstante, lo único que hay que tener en cuenta es que controlar las temperaturas será clave para no quemar el caramelo y que las avellanas se impregnen correctamente con él. Consejos: Puedes hacer el guirlache de cualquier otro fruto seco que te guste como almendras o incluso pistachos o anacardos. Siempre será conveniente que estén muy bien pelados para que no queden restos que puedan molestar a la hora de comer. Si quieres, puedes aromatizar la nata infusionándola con especias o cáscaras de cítricos . Luego tendrás que enfriarla bien antes de intentar montarla. Lo mejor es infusionar el día anterior para que le de tiempo a estar muy fría cuando toque montar. También puedes añadir un toque de licor, brandy o ron, a las trufas una vez tengas el chocolate fundido.