Si te ha tocado organizar este año la cena de Nochevieja pero no tienes mucha experiencia con los postres, este es el indicado para iniciarte. Es facilísimo de hacer y la única dificultad que tiene es la de montar la nata. Pero no te preocupes porque te damos unos consejos al final de la receta para que lo hagas sin problemas y en un pispás. Un semifrío como este es un postre ideal para una cena y además una cena copiosa como se presupone que es la última del año. Y es que después de tomar un menú completo con un montón de platos y un principal contundente casi nadie tiene hueco para nada más . A no ser que sea algo tan ligerito como este, a base de nata montada y requesón saborizados con unas avellanas y un poco de chocolate negro. Procura dejar este postre hecho con suficiente antelación (con que lo hagas durante la mañana del 31 será más que suficiente) pero eso sí, acuérdate de sacarlo del congelador durante la cena. Quizá un buen momento sea cuando sirvas el segundo plato , para que se descongele un poco y tenga la textura adecuada para que a la hora de comerlo no esté demasiado duro que no le puedas hincar el diente ni se haya deshecho del todo. Consejos: Montar la nata es uno de los primeros pasos que tienes que aprender si quieres empezar a hacer postres pero no te preocupes porque es facilísimo. Solo hay que refrigerar antes la nata y también los utensilios que vas a necesitar (mejor si son metálicos) como el vaso de la batidora y las varillas. Empieza batiendo lentamente y luego aumenta la velocidad. Incorpora un poco de azúcar cuando esté a medio montar y luego sigue batiendo hasta que tenga la textura adecuada.