¿A quién no le gusta el pollo empanado ? En esta receta, sustituimos el rebozado de pan rallado de toda la vida por galletas saladas machacadas. El resultado es sorprendente. Lo acompañamos con una guarnición de espárragos y champiñones salteados con vino blanco fácil y rápida. Si te gusta, también puedes utilizarla en tus platos de pescado. Es importante no freír la carne rebozada a fuego fuerte porque el rebozado se podría quemar antes de que la carne esté hecha. Para evitarlo, fríela a fuego medio y en una sartén con abundante aceite. Si te sobra pollo empanado y quieres recalentarlo, es mejor que lo hagas en el horno. Así, evitarás que quede correoso y aceitoso, algo que suele ocurrir si lo recalientas en el microondas. Podrás reutilizarlo en bocadillos y en ensaladas cortado en dados o tiras finas. Prueba otros rebozados inusuales y echa un vistazo al pollo rebozado con sésamo y ensalada de espinacas ; los solomillos de pollo rebozados con patatas que se empanan con queso parmesano y los fingers de pollo crujientes con dos salsas que se rebozan con coco y harina de maíz. Variantes del pollo empanado con galletas saladas: Sustituye las galletas saladas por dulces, copos de maíz sin azúcar (los típicos del desayuno), maíz tostado (kikos) o panko. Si quieres darle un toque más aromático al rebozado, añade un poco de orégano, albahaca o perejil seco al huevo batido.