Hay dulces que siempre asociamos a celebraciones, ya sea Semana Santa, Todos los Santos o Navidad... Entre ellos siempre están los pestiños , las rosquillas o los buñuelos , entre muchos otros. Hay versiones en cada pueblo de la geografía española, aunque la base es similar. Para los pestiños preparamos una masa que resulta de calentar aceite con semillas de anís, que luego se cuela y se mezcla con vino blanco, agua, sal y harina. Cuando se estira con el rodillo, se corta en cuadrados que luego se doblan con la típica forma hacia dentro. Las primeras referencias de los pestiños en la gastronomía se remontan al siglo XVI. Y la primera vez que aparecen mencionados en un libro es en "La lozana andaluza", en 1528. Así que si los sirves en tu mesa, estás sirviendo un pedacito de historia. Si quieres ir variando tus recetas de pestiños, pruébalos con compota de manzana , los pestiños de Cádiz o, si quieres aligerarlos un poco, los pestiños al horno . Consejos para tus pestiños El almíbar. Para los pestiños con miel elaboramos un almíbar líquido hecho con miel, agua y cáscara de limón. Compra un limón ecológico para asegurarte de que no hay pesticidas adheridos a la cáscara. Sírvelos fríos. Aunque los riegues con el almíbar tibio, sírvelos cuando se hayan enfriado. Al horno. Si quieres hacerlos más ligeros, en lugar de freírlos a la sartén, puedes hornearlos a 200º C.