Las natillas de chocolate son uno de los postres preferidos por más gente. Sabes que si las preparas bien, tienes el éxito asegurado . Y eso no se puede decir de cualquier dulce. Son ligeras, no empachan y, salvo a para aquellos a los que no les gusta el chocolate, son una delicia. Y no, no hay que comprar preparados para hacerlas más rápido, se pueden hacer con ingredientes caseros que tienes habitualmente en la nevera . Nosotras además hemos querido añadir unas galletas caseras para espolvorearlas con ellas y hacerlas más ricas todavía. Es prescindible, claro, pero siempre le va a dar un toque de lo más especial. Además como no las vas a gastar todas, tendrás unas pocas para merendar otro día . Así que, esta receta vale por dos, o incluso por tres porque luego te pueden servir para hacer una tarta como esta. El paso más delicado es el de integrar la maicena con la leche fría y que no queden grumitos . Para ello, lo mejor es usar unas varillas, eléctricas o manuales. Y echarle un poquito de paciencia. Después, hay que añadir las yemas de huevo y seguir removiendo hasta integrar todo bien mientras se cocina. Es importante cocinar bien el huevo en este paso para que no quede crudo y deje un sabor desagradable en el plato final. Luego, solo hay que dejar que las natillas se enfríen por completo para disfrutar de ellas en todo su esplendor. Consejos: Lo bueno de las natillas es que se pueden hacer de varios tipos distintos . Puedes hacer unas clásicas y unas de chocolate o combinarlas de chocolate negro y blanco creando un efecto marmolado y así hacer tu postre mucho más original. En lugar de triturar las galletas y espolvorearlas por encima, puedes hacer como con las natillas clásicas y colocar una galleta en la superficie de cada natilla una vez esté cuajada. Otra opción es añadir otro tipo de topping . Los frutos secos picados, en especial las avellanas, les pueden ir de maravilla pero también puedes preparar un guirlache casero.