La sopa minestrone es otro de los muchos legados de la gastronomía italiana, que el resto hemos ido adoptando con nuestras variantes nacionales. Es un guiso muy completo porque incluye legumbres, pasta (preferiblemente corta y algo gruesa) y verduras de todo tipo cortadas: desde repollo, apio, cebolla, zanahoria a cualquier variedad que se te ocurra. El toque final, que nos recuerda el origen italiano de la receta son las lascas de queso parmesano por encima... y en la nuestra, también un poco de jamón.