Las lentejas con chorizo son uno de los platos de cuchara más típicos y cotidianos de los pueblos de la Montaña Oriental de León . Esta contundente receta que une legumbre, carne y verdura se ha cocinado a fuego lento generación tras generación en las casas de esta tierra de mineros y pastores regada por el río Cea en la falda de Picos de Europa. Su ingrediente principal es la lenteja pardina , que es más pequeña, suave y ligera que la castellana. Las mejores son las que responden a la indicación geográfica de Tierra de Campos , un sello que ampara las que se cultivan en ciertos municipios de León, Zamora, Palencia y Valladolid con una altitud y suelos que brindan una piel lisa que apenas se desprende, así como proporcionan las proteínas y fibra que uno necesita para encarar el duro clima. Además, la lenteja pardina no necesita remojo como otras legumbres, aunque si las pones en agua fría durante un par de horas, reducirás el tiempo de cocción. El chorizo que mejor responde al chup-chup es por supuesto el de León , bien curado y picante, que junto al jamón o la panceta levantan el ánimo y dan alegría al guiso. Si no se quiere emplear tocino o panceta, se puede sustituir por una buena costilla . Para evitar que se rompan o deshagan, lo mejor es agregarlos en trozos bien generosos , como en el cocido, y posteriormente cortarlos según los comensales que haya. El toque final del pimentón es el toque secreto e infalible para tus lentejas servidas al momento, pero también para aquellas que guardarás para comerte un o dos días después. Con este truco, no volverás a decir aquello de "si las comes, bien; y si no las dejas...". Si te gustan las lentejas, puedes probar también estas viudas, más bajas en aporte calórico ; o bien este potaje de invierno , estas lentejas con bacalao o estas con calabaza . Lo importante es que en guiso, ensalada , puré o hummus, las incorpores a tu dieta diaria. Consejos para cocinar las lentejas con chorizo como en la montaña leonesa Las lentejas se criban, es decir, se apartan aquellas que están rotas, así como las posibles impurezas que puedan aportar. Son un par de minutos y ya. No es necesario ponerlas en remojo, pero nosotros recomendamos un par de horitas en agua para acelerar la cocción. Si no encuentras lentejas pardinas de Tierras de Campo, puedes fiarte de las ecológicas de Cádiz, son buenísimas. Chasca las patatas en el momento de agregarlas, es decir, introduce el cuchillo hasta que puedas girarlo para que la patata se rompa, así lograrás que libere más almidón y que el caldo resultante tenga más cuerpo. Reduce lo que quieras la cantidad de aceite. Confieso que en el vídeo se nos fue un pelín la mano :) Asustarlas es un técnica tradicional antiquísima, un truco para que la lenteja o cualquier otra legumbre no pierda soltura. No agregues la sal hasta el final, porque la carne ya la aporta y porque además puede hacer que la lenteja pierda su hollejo. Prueba antes. Agradecimientos: Montaña Oriental Leonesa, en especial al pueblo de Taranilla , de donde es esta receta.