En Cocina Fácil nos apasionan las recetas de siempre , de toda la vida. Sacadas de esos recetarios de la abuela escritos a mano con mimo, que han pasado de generación en generación y contienen toda la sabiduría de la cocina tradicional . El fricandó de ternera es uno de esos platos del que nunca nos cansamos. Es más, apetece recuperarlo cada vez más a menudo, sobre todo cuando comienza a refrescar, aunque es un plato perfecto para cualquier época del año, incluso el verano, acompañado de una buena ensalada. Porque uno de los trucos para potenciar todo su sabor es preparalo con antelación , y dejar que los sabores se concentren bien con el reposo. Un mínimo de 2 horas, pero si lo haces de un día para otro, casi que mejor. Una de las dudas más frecuentes a la hora de cocinar un fricandó de ternera es ¿qué corte de la ternera elegir? Hay varios que funcionan, por ejemplo la tapa , la culata , la aleta o la aguja . En cualquier caso, si dudas, nada mejor que preguntarle al carnicero, tiene que ser una pieza de ternera apta para cortar en filetes finos y lo más tierna posible, sin nervios ni tendones. Si te gustan los guisos de ternera, tenemos muchas recetas para ti. Además de otras recetas de fricandó , puedes probar el estofado de ternera , el gulash de ternera con arroz volcánico , la ternera guisada al vino tinto o el osobuco de ternera con champiñones . Eso sí, ¡no te olvides de comprar un buen pan! O hazlo tú en casa, con nuestra receta con vídeo para hacer pan casero . Porque no podrás resistir la tentación de mojar hasta dejar el plato bien limpio. Las claves del fricandó de ternera tradicional con setas: La carne. Ya te hemos dicho cuáles son los mejores cortes de ternera para preparar este plato. Y es importante enharinar los filetes y freírlos antes de guisarlos. Al sellarla de esta manera, consigues que todos sus jugos y su sabor quede en el interior de la carne y el plato sale mucho más sabroso. Las setas. Cuando estén de temporada, utiliza setas frescas como moixernons o setas de San Jorge, mojardones, senderuelas, níscalos, ous de reig (seta huevo de rey o yema de huevo)... ¿No es tiempo de setas? No pasa nada, puedes recurrir a las setas deshidratadas, dejándolas en remojo antes de añadirlas al guiso, y también a las setas congeladas, que puedes incorporar sin necesidad de descongelar antes. Eso sí, es mejor que sean setas variadas. La picada o majado. Muchos guisos incluyen en la receta una picada o majado de frutos secos, ajo, pan seco, ñora... Es básico no solo para dar sabor al plato, sino también para dar consistencia a la salsa. En este caso usamos almendras, pero puedes utilizar avellanas, piñones, pistachos...