Este plato es una de esas soluciones fáciles y ligeras para el día a día que podemos tomar en casa y también llevarnos a la oficina (o donde sea que vayamos) en un táper. Y es que tiene trampa. No se trata de unos espagueti de pasta al uso sino de unas tiras de calabacín que se cortan muy finitas y se saltean tan solo unos minutos con un poco de ajo y aceite. Puedes encontrarlos en algunos sitios como pasta zucchini y es que, aunque para hacerlos solo hay que cortarlos, se venden así en algunos supermercados. Para evitar el rato que llevaría cortarlos a cuchillo, es muy útil contar con una mandolina , un espiralizador de verduras o un cortador específico de espagheti de calabacín . Con cualquiera de estas herramientas se lleva a cabo en menos de un minuto y puedes aplicar la misma técnica a zanahorias, remolacha o pepino. El rango de precios va desde los 4€ a los 25€, así que es una herramienta asequible y muy práctica para sustituir la pasta original por verduras, con el aporte nutricional que ello conlleva. Si quieres multiplicar el sabor de esta receta, puedes añadir los cherrys mientras cocinas el calabacín para que también se doren y ligeramente. En la receta se indica que hay que añadir queso fresco y es una buena opción, pero no la única. La mozzarella fresca también es una opción saludable, así como el queso feta , cuyo matiz salado eleva la potencia de las verduras que acompaña, como en esta ensalada de arroz con queso, calabacín y berenjena . Consejos: Si quieres darle un sabor mucho más potente al plato pero sin sumar calorías no es necesario recurrir a la carne . Cambia los cherry por tomates desecados y verá qué diferencia. Solo hay que rehidratarlos antes en agua y si decides usarlos en aceite, asegúrate de escurrirlos bien y saltéalos ligeramente junto con los calabacines. Para reducir aún más las calorías, puedes escaldar los zucchini en lugar de dorarlos con el ajo . Es cierto que no quedarán tan sabrosos pero te ahorras una buena cantidad de aceite. No obstante, siempre puedes incorporar unos ajos dorados sin verter todo el aceite que haya en la sartén sobre los calabacines.