Que la tortilla de patatas es un manjar es un hecho irrefutable. Pero, muchas veces, nos resistimos a prepararla porque en su proceso de elaboración, la fritura de las patatas y la cebolla (si es que te gusta con cebolla) añade bastantes calorías a la receta.
Así pues, si el "problema" está en freír las patatas... ¿qué pasaría si no las friéramos? Desde Cocina Fácil te contamos cómo puedes preparar una tortilla de patatas buenísima pero mucho más ligera, en 3 sencillos pasos:
1. Cuece las patatas
En lugar de freírlas, el truco está en asarlas en el horno o el microondas, o hervirlas. Con cualquiera de estos sistemas de cocción, no añadirás ni gota de aceite a las patatas. Y si las patatas no están fritas, su aporte calórico es mucho más inferior (hervidas: 80 calorías/100 gramos. Asadas: 100 calorías/100 gramos).
Haz las patatas con piel y luego, pélalas y trocéalas. Verás que la piel sale con mucha facilidad con solo tirar de ella con un cuchillo.
Si te gusta que las patatas de la tortilla estén un punto doraditas, puedes saltearlas después de cocerlas, en una sartén con unas gotas de aceite. También se tostarán y quedarán buenísimas. De esta manera, tendrán unas 134 calorías/100 gramos.
2. Cocina la cebolla
No hace falta que la cebolla nade en un mar de aceite para que quede bien jugosa. Puedes pocharla en una sartén con unas gotitas de aceite, o incluso cocinarla a la plancha, a fuego muy suave, para que quede bien cocida.
¿No tienes tiempo para estar controlando la cebolla? Hazla al microondas. Primero, córtala a dados pequeños o en juliana. Luego, ponla en un recipiente apto para microondas, riégala con un chorrito de aceite, tapa el recipiente y cocina 5 minutos a máxima potencia. Comprueba el punto de cocción (que dependerá del tipo de corte y de la potencia de tu microondas) y si es necesario, prosigue la cocción de 2 en 2 minutos hasta que tenga la textura que buscas.
3. Cuaja la tortilla
Cuando la patata y la cebolla estén tibias, mézclalas con los huevos batidos y espera unos minutos para que los sabores se mezclen bien. Pon una sartén antiadherente al fuego, pincélala con aceite de oliva y vierte la mezcla de huevos, patatas y cebolla.
Cocina primero por un lado, dale la vuelta con una tapa de sartén plana o un giratortillas y cuécela por el otro lado. Hazlo a fuego suave, para que la superficie de la tortilla no se haga demasiado rápido y le des tiempo a cocerse en el interior.
Buenos consejos para una tortilla de patatas ligera
- Sala ligeramente cada ingrediente: las patatas, la cebolla y los huevos batidos.
- Acompaña la tortilla con una buena ensalada verde.
- Puedes añadirle un poco de calabacín. No hace falta que lo cocines antes, rállalo o córtalo muy pequeño y el calor de la cocción de la tortilla en la sartén será suficiente.