Cómo hacer un glaseado de espejo (cobertura de chocolate brillante para postres)

¿Sueñas con decorar tus pasteles con una cobertura de chocolate brillante, tipo profesional? Aquí tienes una receta que siempre sale. Además, te contamos algunos trucos infalibles.

Rosa Mestres
Rosa Mestres

Periodista especializada en gastronomía

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Cocina Fácil / RBA / Isabel Lloret

Cómo hacer un glaseado espejo de chocolate
Cocina Fácil / RBA / Isabel Lloret

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Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

fácil

Seguro que alguna vez te han entrado ganas de decorar tus mousses y tartas con un elegante glaseado espejo de chocolate, pero has pensado que va a ser muy complicado y no te va a quedar bien. Pues, a partir de ahora, siguiendo nuestra videorreceta paso a paso, lo podrás realizar sin problemas. Te convertirás en toda una experta en el arte del glaseado y lograrás que tus pasteles luzcan espectaculares.

Así podrás decorar una deliciosa tarta Sacher de chocolate, una tarta de chocolate con naranja y canela, una tarta de la reina de Saba o un sencillo bizcocho que convertirás en un postre muy especial gracias al glaseado de chocolate.

Eso sí, antes de empezar a preparar la receta, es fundamental tener todos los ingredientes listos y pesados. Así no tendrás que parar la elaboración del glaseado en ningún momento. También es importante tener un termómetro de cocina para poder controlar la temperatura. Dicho esto, solo nos queda ponernos el mandil y empezar. ¿Manos a la obra?

Ingredientes paraCómo hacer un glaseado de espejo (cobertura de chocolate brillante para postres)

  • 180 gramos de azúcar
  • 120 mililitros de nata
  • 140 mililitros de agua
  • 60 gramos de cacao en polvo puro 0 % azúcares añadidos
  • 12 gramos de gelatina en láminas (6 aproximadamente)

1. Hidrata la gelatina

Vierte la mitad del agua (70 mililitros) en un cuenco, coloca las láminas de gelatina y déjalas hidratar.

2. Prepara el glaseado

Mientras, coloca el cacao amargo, el resto del agua, el azúcar y la nata en una olla y ponlos a cocinar, a fuego medio, y removiendo poco a poco, hasta que llegue a 102 °C. En ese punto, retira la olla del fuego y agrega las láminas de gelatina y el agua que quede. Remueve bien para que se integren.

3. Cuela la mezcla

Sitúa un colador sobre una jarrita medidora y vierte el glaseado para separar las posibles impurezas. Tápalo con un film transparente de cocina a piel (tocando la superficie) y deja reposar en la nevera durante toda la noche.

4. Regenera la gelatina

Coloca la gelatina en una olla y caliéntala hasta que llegue a los 35 °C. Vierte el glaseado de nuevo en una jarra.

5. Baña el pastel

Coloca una rejilla sobre la zona de trabajo, con un papel film debajo para recoger el glaseado que caiga, y, encima, la mousse o el pastel congelado. Vierte el glaseado en el centro del pastel, de manera que llegue a todas partes y da unos golpes para retirar el exceso de glaseado. Cuando el pastel ya no gotee, retíralo, con la ayuda de unas espátulas, y colócalo en el plato donde lo vayas a servir.

El truco

Con los ingredientes de esta receta podrás cubrir dos pasteles de 19 centímetros de diámetro.

Los mejores consejos para hacer el glaseado

Para que el glaseado quede de ensueño, hay algunos trucos que debes tener en cuenta. Uno de ellos, es tener un control estricto de la temperatura en todos los pasos. Así, al incorporar la gelatina a la mezcla de cacao, agua, azúcar y nata esta nunca debe sobrepasar los 102- 103 °C. Y, al calentar el glaseado, para aplicarlo sobre el pastel, debes asegurarte que está a 35 °C.

Otro paso que no debes olvidar es pasar la mezcla, una vez preparada y con la gelatina, por un colador. Si no lo haces, al verter el glaseado sobre el pastel, te podrían quedar antiestéticos grumos y el glaseado no tendría el acabado de espejo que tanto deseas. 

Sobre el pastel de base, un apunte: ten presente que la superficie debe estar perfecta, sin ninguna imperfección. Si te ha quedado algún borde o tiene algún agujero provocado por alguna burbuja de aire, intenta corregirlo. Además, tiene que estar completamente congelado. De esta manera, al verter el glaseado por encima, este se enfriará rápidamente y resbalará lo justo.

Aprovecha el glaseado sobrante

Una vez hayas acabado tu pastel, no tires el glaseado que haya quedado en el film transparente de cocina ya que se puede reaprovechar. Retira las impurezas que pueda tener y guárdalo en la nevera, tapado con un film que toque la superficie. Luego, a la hora de usarlo, solo tendrás que ponerlo en un cazo y calentarlo a 35 °C. ¡Atención! No se puede congelar.

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