Cómo hacer un buddha bowl

Detrás del plato de moda en Instagram se esconde una filosofía de nutrición saludable que puede ser muy útil en tu día a día. Te enseñamos cómo prepararlo.

Carmen Alcaraz del Blanco
Carmen Alcaraz del Blanco

Periodista especializada en gastronomía

Buddha Bowl

Cada vez están más presentes en las cartas de los restaurantes y si tienes redes sociales, en algún momento te habrás topado con alguno, pues solo en Instagram su hashtag suma más de medio millón de menciones. Pero, ¿qué es un buddha bowl? Aunque su nombre suene ancestral, es un invento moderno que, más allá de modas, es efectivo para reunir en un único bol, cuenco o plato hondo todo lo necesario para una comida nutritiva, equilibrada, variada y saludable. En resumidas cuentas, nuestra dieta mediterránea sintetizada en un plato.

¿Cómo preparar el buddha bowl en casa?

Que los números no te asusten. Sigue esta sencilla regla que a continuación te detallamos:

25% de hojas verdes

Todas las variedades de lechugas y brotes verdes, espinacas, acelgas... Crudas o cocinadas.

25% de vegetales y frutas

Aquí entran el resto de verduras y hortalizas, así como también frutas. Pueden ser crudas o cocinadas.

25% de proteínas

Pueden ser vegetales (como las legumbres) o animales (pescado, carne o huevo).

20% de cereales

Pasta, arroz, maíz, quinoa, cuscús, pan... Lo ideal es que sean integrales.

5% de toppings

Germinados, semillas (pipas, sésamo, amapola...), hierbas aromáticas, frutos rojos...

buddha bowl de lentejas y aguacate

¿Cómo se emplata un buddha bowl?

La presentación cuenta y mucho, porque así como en otros platos todo se mezcla, aquí es importante que los diferentes grupos de alimentos tengan su espacio hasta el momento de degustarlos. Siempre se empieza por una base de hoja verde, que es como un lecho que cubre el fondo del bol. Luego, sobre la hoja verde se va dibujando una rueda con los distintos ingredientes, para terminar con los toppings y una salsa o aderezo. La variedad de colores, formas y texturas de los ingredientes hace que el buddha bowl entre por los ojos.

Lo apropiado es que todo esté cortado, de manera que puedas comerlo con un tenedor. Puedes ayudarte de una mandolina doméstica o practicar diferentes cortes que sean cómodos para pinchar y llevar a la boca.

Un punto crujiente

Todo buddha bowl necesita tener un punto crujiente, que puedes conseguir con vegetales (lechugas, pimiento, zanahoria, cebolla, frutas...), con cereales y con las semillas. ¿Tan importante es? La ciencia dice que sí, dado que también comemos por el oído. Ese "crunch" nos indica frescura y nos envía al cerebro una señal de apetitoso, algo que no solo los neurocientíficos saben, también la industria de los snacks... Si estás a dieta, este es un truco para sobrellevarla.

Un toque dulce

Un buddha bowl equivale a una comida completa. Por ello, es recomendable que incluya algún ingrediente dulce, desde unos daditos de fruta fresca hasta granos de maíz o un poco de zanahoria. También la salsa o aderezo puede dar ese toque dulzón. La idea es que sacie y que supla la necesidad de tomar algo que contenga azúcar después de comer.

El aderezo

Importante. Necesitas un aderezo o aliño casero, que aúne los ingredientes y que aporte un toque final al plato similar al de una ensalada. Las opciones son muchas y variadas, desde una vinagreta clásica con aceite de oliva virgen extra, vinagre de Módena, sal y pimienta, hasta un hummus de garbanzos o de berenjena con semillas de sésamo, una salsa de yogur o de coco, una tapenade de olivas…

Buddha bowl para llevar

El buddha bowl es una elaboración perfecta para sacar partido a todas aquellas sobras que no llegan a formar un plato entero y se nos acumulan en la nevera. O bien, un plato que se hace solo si durante la semana añades un puñado más a tus preparaciones de verduras y legumbres. De esta manera, siempre tendrás una cena rápida y fácil en cuestión de minutos o un tupper nutritivo y completo para llevarte al trabajo o de excursión. En este caso, puedes sustituir el bowl por una tartera, un tarro de rosca o un bote hermético.

Dos consejos finales para tu tarro de buddha bowl:

  • Cuando prepares el tarro, exprime medio limón en la fruta cortada para que no se oscurezca. Solo en la fruta, porque el limón podría recocer el pescado o la carne.
  • Lleva tu aliño aparte. Añade tu vinagreta o salsa favorita solo en el momento de comer para mantener los ingredientes frescos y firmes. Ábrelo, vuelca tu salsa o aliño, cierra de nuevo y agita como si fuera una coctelera. Listo para disfrutar en cualquier lugar.
Un buddha bowl sin bowl, en tarro, listo para llevar al trabajo o de excursión
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