¿Cómo una receta tan sencilla puede ser tan deliciosa? El queso fundido en el interior, el exterior crujiente gracias al rebozado, la cremosidad de la berenjena... Eso sí, para que estén tan buenos como te decimos, estos emparedados tienen que servirse recién hechos , si no pierden toda su magia. Si quieres, puedes tenerlos preparados, ya rebozados en harina, huevo batido y pan rallado, y freírlos en el último momento. En la mayoría de recetas de berenjenas, a no ser que solo se use la pulpa, la piel también se cocina y se come. Así es también en estos San Jabobos. Y es que la piel de la berenjena contiene antioxidantes , por eso es buena para el paladar y para el organismo. Pueden ser un entrante perfecto o una cena , si los acompañas con una ensalada de brotes tiernos, como berros, rúcula o canónigos, bien aliñada con aceite de oliva virgen extra, sal y, si te gusta, un poco de vinagre de Módena. Con berenjenas y queso puedes preparar otros platos muy ricos. Por ejemplo, las berenjenas rellenas de sofrito de verduras con huevo , las berenjenas gratinadas , los montaditos de calabacín y berenjena con jamón y queso , la tarta de la huerta con queso de oveja o las berenjenas rebozadas rellenas de roquefort . Los secretos del rebozado: Primero se pasan por harina blanca, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado. Utiliza un pan rallado grueso, así serán aún más crujientes. Es importante que reboces bien los laterales para que el queso no se desparrame por la sartén cuando estés friendo los emparedados. Hazlos rodar por la harina, el huevo batido y el pan rallado para que queden completamente cubiertos de rebozado. Para ganar sabor, puedes mezclar el pan rallado con ajo o cebolla en polvo, perejil o cualquier otra aromática seca, o algún fruto seco picado.