Si te gusta variar en tus postres, pero incluyendo siempre un toque frutal, prueba este crumble de plátano y piña. Este pastel de frutas de nombre importado se cree que nació en los momentos de racionamiento de alimentos que hubo en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. En esta ocasión hemos usado piña en almíbar y plátano, pero se pueden utilizar otras frutas. Para el recubrimiento se mezclan copos de avena con nueces, mantequilla, azúcar de caña y canela. Luego hay que presionar esta capa con las manos sobre la fruta, dentro del molde para que se compacte bien. Es un formato que está de moda en platos dulces y salados, como esta crema con crumble de tomillo . En dulce pruébalo como cobertura de tarta de manzana y el de nectarinas . Uno de los protagonistas de sabor en este postre y en muchos es el plátano. El de Canarias es el más dulce para postres, porque su maduración se produce en la misma planta. Amplía con nosotros tus recetas con plátano . Consejos para un crumble de plátano y piña perfecto: –Lo primero que preparamos del crumble es la capa superior con los copos de avena y las nueces troceadas, el azúcar de caña, la canela y la mantequilla, bien amasada con las manos. –La piña que hemos utilizado en nuestra receta es en almíbar, que es más dulce, pero puedes utilizar perfectamente piña natural u otras frutas como nectarinas, melocotones, manzanas, etc. –Antes de hornear, compacta bien las frutas con la capa de cereales. Bastarán 15 minutos si lo has precalentado a 180º C. Luego hay que dejar atemperar unos minutos antes de desmoldar con sumo cuidado para que no se desmonte.