Aunque son muchas las personas que no la suelen cocinar por el fuerte olor que desprende durante su cocción, la coliflor es una verdura que vale la pena incluir en los menús familiares. Y es que, además de aportar muy pocas calorías, es muy rica en fibra, vitaminas C y del grupo B, potasio y fósforo. A la hora de cocinarla, es muy versátil. Puede hacerse hervida, gratinada, al vapor, frita… Hoy la cocemos en el horno y la acompañamos con una sabrosa costra realizada con pan rallado , queso curado y frutos secos . Ideal como primero o como guarnición de cualquier plato de carne o de pescado, esta coliflor queda suave y jugosa y con un punto crujiente que conquistará tu paladar. Muy sencilla de preparar, la cocción de esta coliflor se hace en dos tiempos. Primero, se cuece entera en el horno, envuelta en papel sulfurizado, hasta que esté tierna, pero al dente. Y, luego, se corta en rodajas, se espolvorea con la mezcla de frutos secos y se vuelve a hornear hasta que quede bien doradita. Se sirve sobre una base de salsa romesco . Si te apetece descubrir otras recetas con esta verdura, no te pierdas los chupitos de crema de coliflor , el guiso de coliflor con gambas o el tabulé fresco de coliflor . Consejos y variantes para la coliflor al horno con costra Al comprar la coliflor , elige los ejemplares que tengan una masa limpia y compacta, con las hojas verdes y tiernas. Si tiene manchas marronáceas, inflorescencias separadas o partes con motas, mejor desestimarla. Otra forma de hacer este plato es cortando los filetes de coliflor en crudo y dorándolos unos 4 minutos por lado en una sartén con aceite . Luego, cúbrelos con la costra y hornéalos. Para atenuar el olor característico que desprende la coliflor al hervirla, se puede verter un chorro de leche o agregar una patata o una manzana al agua de cocción.