Los canelones son una de esas comidas de aprovechamiento que es difícil que salgan mal. Admiten montones de combinaciones de ingredientes distintos y aunque los más comunes son los de carne, lo cierto es que se pueden preparar también con verduras o pescado y marisco, como este caso. La verdad es que nos parece una buenísima idea para que los menos aficionados a este tipo de alimento (los niños y algún que otro adulto) empiecen a hacerse a los sabores y poco a poco les cojan el gusto. Es imprescindible escoger un pescado que no tenga casi espinas, como es la pescadilla (o la merluza), o dedicarle un buen rato a eliminarlas con unas pinzas de cocina. Pero en realidad, si te armas de paciencia, puedes hacerlos con cualquier tipo de pescado, desde salmón a lubina, que te haya sobrado de otra elaboración o incluso frescos. Todos ellos se van a llevar de maravilla con las gambas y la bechamel. Esa es, precisamente una de las claves para que el plato salga bien, la bechamel. Es importante tostar bien la harina para que luego no nos deje un sabor a harina cruda en la boca e ir añadiendo la leche poco a poco, sin parar de remover hasta que se vaya formando la pasta. Si no tienes mantequilla, usa aceite de oliva virgen extra, es preferible a recurrir a margarinas con grasas poco saludables y el sabor será igualmente delicioso. Si quieres probar otros canelones, no te pierdas los de carne con un toque de foie , los de verduras o de pato, pera y ciruelas al Pedro Ximénez . Consejos para unos canelones de pescado perfectos A veces, por mucho que tratemos de evitarlo, la bechamel sale con grumos . La próxima vez saldrá mejor pero no hay por qué desecharla para esta elaboración. Bastará con pasarla por la batidora eléctrica mientras está bien caliente para que todos los grumos desaparezcan y quede una textura suave y homogénea. Si quieres ahorrar tiempo en la elaboración de esta receta, en lugar de comprar placas planas para hacer los canelones puedes comprarlas con la forma de tubo ya hecha . Se cuecen igual pero luego solo hay que rellenarlas y colocarlas en la fuente de horno saltándote el paso de enrollarlas y que algunas se deformen o se abran. Es más rápido y están igual de ricas.