Si te estás iniciando en el mundo de la repostería y te apetece hacer un bizcocho que, además de ser muy sencillo de seguir, quede realmente exquisito, no te pierdas la propuesta que te presentamos hoy: un bizcocho de vainilla . Ideal para tomar tal cual, a la hora del desayuno o de la merienda, junto a un vaso de leche , o como base para crear tartas más elaboradas, este bizcocho está tan rico que conquistará el paladar de toda tu familia. A la que lo lleves a la mesa, no van a dejar ni las migas. Para que este bizcocho quede sin grumos y con una textura perfecta, es fundamental que tamices la harina con la levadura sobre el resto de ingredientes y que remuevas, poco a poco, hasta que la mezcla quede fina y homogénea. Luego, vierte la masa en el molde, engrasado y enharinado, y deja hornear. En unos 40-45 minutos tendrás tu bizcocho listo. Si esta idea te ha encantado, prueba el bizcocho fácil de yogur y chocolate , el bizcocho de limón o el bizcocho clásico con trocitos de tofe . Consejos y variantes para el bizcocho de vainilla En lugar de un molde redondo, elige uno de corona . Así el resultado será más vistoso. A la hora de preparar la masa, puedes cambiar la vainilla por ralladura de limón o de naranja y un chorrito de su zumo. También puedes incorporar almendras picadas muy finas. Con esta base puedes realizar bizcochos de otros sabores y colores. Por ejemplo, si te apetece conseguir un bizcocho rojo, añade a la masa unas gotas de colorante en gel de ese tono. Y si te gusta el chocolate, agrega un poco de chocolate negro rallado o cacao puro en polvo . Para un resultado más sofisticado, abre el bizcocho por la mitad y rellénalo de mermelada , trufa , nata montada … También lo puedes cubrir con azúcar glas , chocolate fondant , caramelo , trocitos de fruta fresca o frutos secos .