Cuando empezamos en el mundo de la repostería, la receta de bizcocho con la que nos estrenamos suele ser la de vainilla . Muy sencilla de realizar y apta para principiantes, siempre queda tierna, esponjosa, jugosa… En resumen: es una verdadera delicia. Perfecta para tomar tanto a la hora del desayuno como de la merienda, junto a un vaso de leche, un chocolate a la taza o una infusión, esta receta de bizcocho de vainilla que he heredado de mi madre y de mi tía, gustará a toda tu familia. Y si tienes niños pequeños en casa, ya verás: la van a devorar. Además, lo bueno, es que se prepara en un momento . Así que la puedes hacer siempre que te apetezca. Los trucos esenciales La elaboración de este bizcocho es muy fácil. De todas maneras, hay una serie de trucos que te irán muy bien para que el resultado sea perfecto. Mantequilla. Unos 30 minutos antes de empezar a preparar la masa del bizcocho, retira la mantequilla de la nevera para que se ablande ligeramente. Así la podrás trabajar mejor. Huevos. Procura escogerlos de la mejor calidad. Que sean de gallinas que vivan en corrales al aire libre, que coman piensos procedentes de agricultura ecológica y que hayan picoteado por el campo. Al igual que la mantequilla, saca los huevos de la nevera un tiempo antes. Harina. Para que el bizcocho quede tierno y esponjoso, es básico tamizar la harina antes de mezclarla con las yemas de huevo batidas con el azúcar. Coge un colador y déjala pasar mientras vas moviendo la muñeca. De esta manera, evitarás grumos y apelmazamientos. Integrar los ingredientes. Una vez tengas la harina bien mezclada con las yemas y el azúcar, llegará el momento de agregar las claras a punto de nieve. Para que no se bajen, incorpóralas, poco a poco, con movimientos envolventes. Como saber que el bizcocho está en su punto. Realiza la prueba del palillo. Para ello, pincha el centro del bizcocho con un palillo largo de madera (también puedes usar una brocheta) y, si sale limpio, ya lo puedes retirar del horno. Espera unos minutos a que se temple y desmóldalo con cuidado. Ideas y variantes para el bizcocho esponjoso de vainilla Si en casa no tienes un molde tipo corona, no te preocupes. Puedes utilizar uno redondo o uno rectangular, tipo plum cake . Antes de desmoldar el bizcocho, asegúrate que está bien cocido. Una vez dominado este bizcocho, puedes realizar algunas variantes. Puedes agregar a la masa, por ejemplo, un poco de cacao en polvo o de chocolate negro rallado , ralladura de naranja o de limón, frutos secos … En este último caso, para que no se vayan al fondo, enharínalos antes de mezclarlos con la masa. Este bizcocho puede ser la base de un estupendo pastel. Puedes cortarlo por la mitad y untarlo con mermelada de fresa , de melocotón o de naranja , o con crema de cacao y avellanas . Si tienes una comida especial o una fiesta de aniversario, cúbrelo con chocolate negro fundido . Para ello, coloca el bizcocho completamente frío sobre una rejilla con una bandeja debajo y vierte el chocolate justo en el centro para que vaya resbalando por los laterales. También puedes decorarlo con unos copetes de nata y unos frutos rojo s. Quedará muy bien con moras, arándanos, frambuesas o un ramillete de grosellas.