Hoy te descubrimos una idea que, además de sencilla, está para chuparse los dedos: unas alitas con picadillo de tomate y guindilla. Picantitas y muy gustosas, son perfectas para tomar en cualquier situación. Las pueden servir en una comida de diario, en una cena de picoteo con los amigos… y siempre te harán quedar muy bien. Antes de cocinar las alitas, déjalas macerar con zumo de limón , hierbas aromáticas y un diente de ajo . Así se impregnarán con todos los aromas y sabores de los ingredientes del marinado y quedarán supergustosas. Luego, prepara un rico sofrito con unas cebolletas bien pochaditas, unos tomates picados y una guindilla. No tengas prisa en cocinarlo y, cuando veas que todo empieza a caramelizarse, agrega las alitas, vierte un poco de vino y déjalas cocer lentamente. Un consejo más: acuérdate de acompañar el plato con unas tortillas de maíz calentitas porque la salsita no tiene desperdicio. Si te ha gustado esta receta, echa un vistazo a las alitas de pollo con guacamole , a las alitas especiadas con salsa barbacoa o a las alitas de pollo dulces . No sabrás por cuál decidirte. Consejos y variantes para las alitas de pollo con picadillo de tomate y hierbas Deja macerar las alitas todo el tiempo que puedas. Incluso las puedes dejar toda la noche. Si haces rodar el limón (a temperatura ambiente) por la encimera antes de exprimirlo, sacarás más zumo. Para que el sofrito todavía esté más sabroso, añade unos pimientos rojos . Esta misma receta se puede elaborar con muslitos de pollo . Si te decides por esta opción, ten en cuenta que deberás aumentar el tiempo de cocción.