Si has viajado a Málaga seguro que has probado su clásico ajoblanco , aunque es una sopa fría típica de toda Andalucía, Extremadura y Murcia. Se dice de él que es el precursor del gazpacho y se remonta a la época de dominación árabe. Los romanos siguieron con esta tradición culinaria que ha llegado hasta nuestros días. En la malagueña localidad de Almáchar celebran, incluso, una fiesta en honor a esta humilde y deliciosa crema. Los ingredientes clásicos del ajoblanco son las almendras , el ajo , el pan , agua, sal, aceite y vinagre. Y por encima, las uvas son el acabado más común, aunque también puede servirse con almendras laminadas, melón o incluso manzana. Si te ha gustado nuestra propuesta, prueba también el ajoblanco de melón con brochetas de fruta , con almendras horneadas y langostinos o cremoso con chips vegetales . Más ideas para el ajoblanco frío con uvas Elige unas buenas almendras marconas, de calidad, ya que de esta dependerá en buena parte el éxito final del plato. Si tienes tiempo, pon las almendras en remojo dentro de un recipiente con agua en la nevera con el día de antes. Así se hidrata y queda mejor la textura cuando la trituras. Añade el agua casi helada, así conseguirás enfriar antes el ajoblanco. Si no has comprado las almendras peladas, ponlas a hervir dos o tres minutos, luego pásalas por agua fría y con la ayuda de un trapo, frótalas hasta sacarles la piel. Si el ajo te suele repetir, además de quitarle el tallo central, tritúralo con zumo de limón recién exprimido. Pues acompañarlo con uvas blancas de moscatel o con uvas negras, como prefieras.