Este postre italiano es ideal para iniciarse en el mundo de la repostería por varias razones:
- Los ingredientes los encuentran fácilmente en el súper.
- La preparación y el montaje son sencillos.
- Te ahorras encender el horno.
- Basta con cuidar algunos detalles para conseguir un tiramisú cremoso y con una presentación impecable.
¿Qué necesitas para hacer el mejor tiramisú casero?
Lo primer a tener en cuenta es que este postre no se somete a ninguna cocción, por lo que los huevos deben ser muy frescos, y ecológicos a ser posible. Aún así, extrema las medidas de higiene al manipularlos mientras elaboras tu tiramisú. Para reducir el riesgo de contaminación al máximo puedes usar yemas y claras pasteurizadas, aunque el sabor no será el mismo. Si los conservas en el frigorífico, retíralos media hora antes de usarlos para que se atemperen.
El otro ingrediente imprescindible para hacer un tiramisú auténtico es el queso mascarpone, no lo cambies por queso crema o nata montada. Elige un mascarpone de calidad
y fresco, que no esté a punto de caducar. Evita trabajarlo en frío; sácalo de la nevera 15 minutos antes para que al batirlo consigas una textura suave y una integración perfecta con las yemas.
Antes de entrar en materia lee varias veces nuestra fantástica receta de tiramisú y ten a mano todos los ingredientes y los utensilios (cuencos, molde, varillas manuales o eléctricas, espátula, etc.) que vayas a necesitar. Una vez que empieces a montar el postre tienes 20 minutos como máximo para terminarlo. Si te despistas para actualizar tu Instagram, aunque sea solo un ratito, el tiramisú perderá consistencia y se vendrá abajo.
La diferencia entre un tiramisú para salir del paso y un tiramisú que triunfa está en los detalles.
Además de seguir la receta, toma nota de estos 10 trucos y verás cómo las porciones desaparecen de los platos en un abrir y cerrar de ojos. ¡No va a quedar ni una miga!
1. Prepara los bizcochos en casa
El tiramisú se elabora con unos bizcochos alargados llamados savoiardi, pero si no los encuentras compra bizcochos de soletilla o melindros en la pastelería. O, mejor, prepara esta receta de bizcochos de soletilla. Solo tardarás 30 minutos y el resultado merece la pena.
Y ADEMÁS...Puedes utilizar distintos tipos de galletas (de jengibre, speculoos, lenguas de gato...). Lo importante es que sean consistentes y más bien secas, para que cuando las mojes en el café queden jugosas pero firmes, capaces de sostener las capas del pastel sin desmoronarse.
2. Disuelve el azúcar en las yemas
Hay que batir las yemas un mínimo de 5 minutos, para que queden blanquecinas y cremosas. Estarán en su punto cuando el azúcar se haya disuelto completamente. Para comprobarlo, coge una pequeña cantidad de la mezcla, con una cucharita y frótala entre dos dedos, si el granillo no se aprecia al tacto ya puedes dejar de batir.
OTRA OPCIÓN. Para que el tiramisú quede más firme, coloca las yemas y el azúcar en un cuenco y caliéntalas al baño maría (a 40º) durante10 minutos, hasta que el azúcar se disuelva. Remueve suavemente todo el tiempo, para que las yemas no se coagulen y resulten espumosas.
3. Monta el merengue en el último momento
Bate las claras a punto de nieve bien firme justo antes de incorporarlas a la mezcla de yemas; si preparas el merengue con antelación perderá volumen, hará “chof” y empezará a soltar agua.
TENLO EN CUENTA. Asegúrate de que las claras no tienen trocitos de cáscara ni restos de yema, y móntalas con un chorrito de zumo de limón. No les agregues sal, porque conseguirás el efecto contrario: las claras se licuarán en lugar de adquirir consistencia.
4. Mezcla los ingredientes de la crema en orden
Primero, blanquea las yemas con el azúcar. Después, bate ligeramente el mascarpone hasta que esté cremoso y lo añades a las yemas poco a poco. Por último, incorpora el merengue recién hecho, en 2 o 3 veces, mientras remueves con una espátula; hazlo con movimientos envolventes de abajo arriba para que las claras no se bajen.
Y ADEMÁS... Esta crema de mascarpone debe estar siempre refrigerada. Mantenla en la nevera mientras remojas los bizcochos, y también si vas a tardar más de 10 minutos en montar el postre.
5. El café, recién hecho
Prepara un café expreso en cafetera tradicional (nada de usar la de cápsulas), espera a que se enfríe y humedece luego los bizcochos. Ni se te ocurra recalentar café que ha sobrado del desayuno, porque tu tiramisú tendrá un regusto amargo nada apetecible, y tampoco es buena idea usar un café soluble o sucedáneos (achicoria, malta...).
OTRA OPCIÓN. Si el sabor a café te parece muy intenso, suavízalo con un chorrito de leche.
6. No empapes los bizcochos
Los bizcochos de la primera capa (los que formarán la base del tiramisú) deben estar firmes; mójalos en el café 1 o 2 segundos por cada lado, lo justo para que adquieran el sabor y queden jugosos. Los de la segunda capa puedes humedecerlos un poco más, pero sin empaparlos.
TENLO EN CUENTA. Sumerge los melindros en el café frío o tibio (máximo 30º) y retíralos de inmediato. Nunca los dejes en remojo porque el exceso de humedad hará que se deshagan.
7. Aromatiza el tiramisú
Mezcla el café con algún licor. El amaretto (licor de almendras) es un clásico, pero el ron o el brandy también dan un gusto excelente al tiramisú. Para los fans de este sabor, el licor de café es una estupenda elección. O prueba un vino dulce: Pedro Ximénez, moscatel, marsala, oporto...
OTRA OPCIÓN. También puedes añadir a la mezcla de yemas y azúcar las semillas de una vaina de vainilla (o unas gotas de esta especia), o una pizca de canela.
8. Dos capas mejor que tres
Como el tiramisú no lleva gelatina ni otros ingredientes que le aporten mayor consistencia, si pesa demasiado se puede venir abajo y arruinarte la presentación. Para evitarlo, no te pases superponiendo capas de bizcochos y de crema: con dos capas de cada uno será más que suficiente. Empieza siempre con bizcochos y termina con crema.
TEN EN CUENTA. Elige un molde cuadrado o rectangular de paredes no demasiado altas para que el montaje del tiramisú te resulte más sencillo. Esto te facilitará también cortarlo en porciones.
9. Respeta el tiempo de refrigeración
Haz el tiramisú con bastante antelación, ya que necesita reposar un mínimo de 5 horas en la nevera para que tome cuerpo y se asienten los sabores. Y si pueden ser 2 o 3 horas más, mejor.
Y ADEMÁS... Cubre el molde con film, para que el tiramisú no se impregne del olor de los otros alimentos de la nevera. Saca el postre 10 minutos antes de llevarlo a la mesa, así se mantendrá esponjoso pero con la consistencia necesaria para que no se desmorone al servirlo.
10. Cacao, el toque final
No vale utilizar cualquier cacao (y menos aún ese que te tomas disuelto en la leche del desayuno), sino un cacao puro, de sabor fuerte y con un puntito amargo. De excelente calidad, por supuesto; si lo compras en la pastelería no te arrepentirás. Espolvoréalo sobre el tiramisú bien frío, justo antes de servirlo, hasta cubrir ligeramente la capa superior de crema.
OTRA OPCIÓN. Sustituye el cacao por chocolate negro (mínimo 80% de cacao) rallado.